Fernando Martín-Sánchez
Se acerca el Día del Maestro, una ocasión especial en la que honramos a quienes jugaron un papel crucial en nuestra educación dentro de las aulas. Sin embargo, también es un momento para reconocer y recordar a aquellos que han sido fundamentales en la formación y el desarrollo de peloteros.
Por Tomateros han pasado infinidad de instructores que han dejado su huella. Podríamos mencionar a Jorge Tellaeche, quien tiene más de 40 años dentro de la organización y sigue siendo un referente para guiar a jóvenes. Otro que se mantiene activo con el club es Martín Enríquez, que lleva varias temporadas en el rol de coach de pitcheo y ha sido fundamental para el éxito de Culiacán en los últimos años.
La otra cara de la moneda son Jorge Vázquez y Héctor Daniel Rodríguez, quienes hace un par de años todavía eran jugadores y ahora están en sus primeros años como coaches, para regresar algo de lo que el beisbol aportó en sus vidas y transmitirlo a las nuevas generaciones.
Los que hemos tenido la oportunidad de jugar béisbol en cualquier etapa de nuestras vidas, ya sea en ligas infantiles, amateurs o incluso a nivel profesional, entendemos la importancia de los coaches para que el talento pueda llegar a su máximo potencial.
Hay otros tipos de “maestros”. Por un lado, encontramos a los padres de familia que participan activamente en las prácticas y juegos de sus hijos, ofreciéndoles consejos y apoyo. No sólo se dedican a guiar a sus propios hijos, sino que también extienden su ayuda a otros niños con los que comparten el terreno de juego.
De igual forma encontramos a aquellos apasionados por el deporte que dedican su tiempo como entrenadores de forma voluntaria, sin esperar compensación alguna. Sin importar su motivación, todos comparten el mismo objetivo: ver el progreso y la realización de cada uno de los jugadores, desde los más jóvenes hasta los más experimentados.
En este maravilloso deporte, encontramos otros maestros además de los que están en el campo: están los maestros de la crónica -Agustín de Valdez, Jorge Vilches-, los de la fotografía, los que instruyen a sus aprendices en labores de producción, redes sociales, diseño, mantenimiento de campo, en fin, la lista es interminable. Por eso, este 15 de mayo, honremos a todos los maestros que hayamos conocido y que hayan marcado nuestras vidas.
