La penitencia del Barcelona por no haber podido pelear hasta el final la Liga al Real Madrid que, también sea dicho, va camino de hacer un campeonato de casi 100 puntos (puede acabar con 99), es tener que pelear estas semanas que quedan por un nada motivante en lo futbolístico segundo puesto, pero necesario para el club por el dinero que supone disputar la próxima Supercopa de España.
El empate del Girona contra el Alavés le abría de nuevo la puerta al conjunto de Xavi para ocupar ese segundo lugar y depender de sí mismo en las tres jornadas que restan, y entró por ella con el triunfo ante la Real Sociedad (puede leer aquí la ficha y el minuto a minuto), un equipo el de Imanol que por momentos parece gemelo del catalán, por la idea de juego que tienen. Pasados pocos minutos, ya se veía más o menos dónde podía estar el agujero de cada conjunto. La Real buscaba claramente las pelotas largas a Becker a la espalda de Cubarsí. El delantero vivía al límite. Dos veces estuvo en fuera de juego por nada, en la otra acabó finalizando, y paró Ter Stegen. Fue anulada por una supuesta falta previa dudosa. En la que se escapó en posición legal, remató cruzado, mal.
Sobrevivió en el alambre el Barça, que en el otro área apostaba por la presión arriba ante un rival que arriesga mucho. Con cada recuperación se mascaba el peligro. Al principio le costó más al equipo de Xavi, pero conforme avanzó la primera parte fue teniendo más claridad y encontrando más a Lamine Yamal, que terminó marcando en una transición en la que la clave fue la maniobra de Lewandowski. El delantero abandonó su hábitat y se inventó un pase fantástico a Gündogan, que asistió al adolescente. Poco antes, Raphinha había estrellado un balón en el poste.
Se ajustó el Barcelona en la retaguardia tras el parón y los duelos entre Becker y Cubarsí ya no se repitieron. Aumentó el minutaje de posesión el equipo de Xavi y Raphinha se convirtió en uno de los principales peligros por dos caminos: los desmarques al espacio y los remates desde fuera del área. Si el primero se fue a la madera, el segundo se marchó alto por poco y el tercero lo detuvo Remiro con un vuelo. La Real Sociedad mantuvo su idea de presionar arriba y en una recuperación fue cuando vio cerca de verdad el empate. Gündogan, que estaba teniendo protagonismo con el balón, se equivocó en un pase horizontal que robó Brais. El medio de la Real fue haciendo amagos y dejando oponentes en el suelo, remató cruzado y casi cantaba gol, pero el tiro se marchó fuera por unos centímetros.
Cambió el plan Imanol con la entrada de Kubo y Barrenetxea y movió Xavi su centro del campo con la entrada de Sergi Roberto y Fermín. Arriba salió Ferran Torres y el sustituido volvió a ser, otra vez, Lewandowski. No le hizo mucha gracia al polaco, que se fue resignado y saludó al entrenador. Ferran, nada más salir, obligó a Remiro a hacer una gran intervención abajo. El partido entró en un ida y vuelta inquietante para los locales, pero Ter Stegen se mostró seguro y en el descuento Raphinha obtuvo el premio a su insistencia con el gol de la tranquilidad, al transformar un penalti por mano de Odriozola, revisado en el VAR.
Ya había perdonado antes el Barcelona la sentencia.
