En algunos casos extremos, las personas se ven obligadas a solicitar créditos para evitar la pérdida de la herencia. No obstante, hay quienes prefieren evitar complicaciones adicionales y, por ende, eligen renunciar a la herencia en lugar de lidiar con la carga financiera y administrativa que conlleva el impuesto de sucesiones. Sin embargo, el temor a heredar problemas parecen ser las causas principales.