El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, no se va a implicar en encontrar un nuevo puesto para Eloína Núñez Masid, hasta este fin de semana la gerente del área sanitaria de Santiago y O Barbanza. “El destino de esa persona lo desconozco; sería una decisión de la Consellería de Sanidade, a parte de los componentes personales que pueda tener”, dijo en respuesta a una pregunta sobre el futuro de la prima de Alberto Núñez Feijóo, que ha acumulado críticas al frente de la sanidad de la capital gallega.
Con el diseño de su nuevo equipo después de las autonómicas de febrero, Rueda ha marcado distancias con la herencia de su predecesor. Ha reorganizado las competencias entre las consellerías, ha eliminado las vicepresidencias y ha prescindido de dos de los conselleiros que se habían incorporado al Gobierno gallego con Alberto Núñez Feijóo: una es Ethel Vázquez, que era responsable del departamento de infraestructuras, y el otro, Julio García Comesaña, al frente de la sanidad desde las elecciones de 2020, celebradas en plena pandemia.
El cambio en Sanidade se ha revelado como una revisión del departamento al completo. El nuevo conselleiro, Antonio Gómez Caamaño, entró con un cambio de toda la cúpula del Servizo Galego de Saúde (Sergas) y de la consellería. Un par de semanas después avisaba en rueda de prensa de que los cambios no se habían completado y que afectarían también a los gerentes de las áreas sanitarias. Las decisiones se dieron a conocer el sábado pasado. En tres notas distintas, una por cada nombramiento, la Xunta informó de que los responsables de las áreas sanitarias de Santiago y Ourense -en las que se han concentrado buena parte de los conflictos de los últimos años- dejaban el cargo. También hay un movimiento en la de Ferrol, aunque obligado porque el que era su responsable, Ángel Facio Villanueva, va a ser el sustito de Eloína Núñez.
Con estos cambios, de Ferrol pasará a ocuparse María Fernanda López Crecente -hasta ahora, directora de Procesos de Soporte en el área sanitaria de Santiago-. Sanidade ha destituido a Félix Rubial como gerente en Ourense, Verín y O Barco. Con él a los mandos se produjo la decisión de cerrar el paritorio de Verín, que acabó revirtiéndose en medio de las protestas que se extendieron a toda Galicia. Antes, como responsable en Vigo, había afrontado la dimisión del 80% de los jefes de servicio de los centros de salud a finales de 2018. Su lugar lo va a ocupar José Santiago Camba Bouzas, que tuvo cargos en la Diputación de Ourense y la Xunta y que en la actualidad era coordinador quirúrgico y traumatólogo en el Hospital do Barco de Valdeorras.
También ha sido destituida Eloína Núñez, que llevaba en el cargo de gerente del área sanitaria compostelana desde 2017. Antes había ocupado un puesto en la gerencia de Ourense, en donde había entrado solo mes y medio después de que su primo, Alberto Núñez Feijóo, tomase posesión por primera vez como presidente de la Xunta, en 2009.
En Santiago, Núñez Masid fue enlazando conflictos: de abrir expediente a una médica que denunció los colapsos en Urgencias, a soliviantar a los profesionales por decir en plena pandemia que se contagiaban de COVID en las pausas para el café. Llegó a acumular tres servicios descabezados en solo seis meses -dos, por dimisión y otro, tras una huelga de nueve meses del personal-. En medio de todos aquellos problemas, Alfonso Rueda la defendió de las constantes críticas de sindicatos y personal sanitario. Dijo que su gestión era “adecuada” y que los conflictos eran cuestiones “puntuales”.
En paralelo, Núñez Masid ha tenido una carrera dentro del PP y, tras el salto de su primo a Madrid, Alfonso Rueda la mantuvo en la cúpula del partido en Galicia, en concreto, dentro del comité ejecutivo. Ahora, dentro de su ruptura con la herencia de Feijóo, el presidente de la Xunta ha prescindido de la gerente del área sanitaria de Santiago. El conselleiro encargado de tomar la decisión conoce de cerca la labor de Eloína Núñez: Gómez Caamaño era el jefe de servicio de Oncología Radioterápica del hospital de Santiago. Fuentes que conocen la relación que había entre ambos han relatado a elDiario.es que no había sintonía y que el motivo eran las negativas de la gerente a conceder las mejoras que pedía Gómez para su departamento.
Los cambios entre los gestores de la sanidad gallega han llevado al PSdeG a asegurar que lo que está haciendo la Xunta actual evidencia que la situación era un “caos”. En su comparecencia ante los medios tras la reunión semanal de su gabinete, Rueda ha tratado de rebajar la interpretación: “Arrancamos una nueva legislatura, hay un nuevo responsable y es lógico que haya cambios”. Las modificaciones, añadió, deben acogerse “con naturalidad”. De la defensa que hacía hace año y medio de la gerente en Santiago o de sus compañeros en otras áreas sanitarias, ha pasado a agradecer su trabajo y a manifestar que, aunque la sanidad pública gallega es “de primer nivel”, es necesario atender “lo que haya que corregir”.