El testigo más esperado ha comenzado a declarar este lunes en el primer juicio penal contra Donald Trump en Nueva York por el pago de presuntos sobornos a la exactriz porno Stormy Daniels. Se trata de Michael Cohen, quien fuera abogado del expresidente y su solucionador oficial de problemas. Los fiscales le pedirán pruebas que demuestren que Trump estuvo implicado en la falsificación de registros comerciales para mantener en secreto un pago de 130.000 dólares a Stormy Daniels para que guardara silencio sobre la supuesta relación sexual que ambos mantuvieron en vísperas de las elecciones presidenciales de 2016.
Cohen, quien llegó a declarar que recibiría una bala por Trump, testificará en su contra, algo que ya hizo en su juicio por fraude civil en Nueva York el año pasado, por lo que será su segundo enfrentamiento en los tribunales desde su ruptura en 2018. El abogado es la baza principal legal de los fiscales en el proceso penal contra el magnate. A través de libros, pódcasts y publicaciones en redes sociales, Cohen se ha destapado como uno de los críticos más duros del expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.
El testimonio de Cohen será contrarrestado por la defensa con su historial delictivo. En 2018, el abogado se declaró culpable de cargos federales, algunos de los cuales se relacionan con el mismo pago de dinero por silencio que condujo a este juicio; y de cargos por mentir al Congreso, cuando prestó testimonio sobre su participación en los intereses inmobiliarios extranjeros de Trump. Fue a la cárcel y cumplió unos tres años en total: más de un año en un centro penitenciario y un año y medio de reclusión domiciliaria.