La votación para que Palestina puede ganar derechos en Naciones Unidas tiene detractores más allá de Estados Unidos e Israel
La última vez que la Asamblea General de la ONU votó para elevar el estatus de Palestina a "Estado observador no miembro" de la organización fue en 2012. Entonces hubo 138 votos a favor, nueve en contra y 41 abstenciones. Hoy la relación de fuerzas ha cambiado y lo que ha votado es promover nuevos “derechos y privilegios” a Palestina además de pedir al Consejo de Seguridad que reconsidere favorablemente su solicitud de convertirse en el miembro número 194 de las Naciones Unidas. Pero el trasfondo de esta decisión sigue siendo igual de delicado no solo para Estados Unidos, sino también para otras potencias mundiales como China y Rusia. Veamos.
Para Pekín y Moscú, la membresía de Palestina en Naciones Unidas comporta algún que otro problema. Es más alarmante para sus cancillerías es que este movimiento puede abrir la puerta a solicitudes similares de adhesión por parte de países como Kosovo o de Taiwán, a los que se oponen firmemente. China considera que Taiwán es una isla bajo su soberanía, mientras Moscú se niega a reconocer a Kosovo como estado independiente, una visión que comparte con España. Este es el motivo por el que la diplomacia de Xi Jinping y la de Vladimir Putin presionaron a la misión palestina para que modificara el texto.Para Estados Unidos la cuestión es igualmente compleja. Una ley de la década de 1990 impide al Congreso americanos enviar fondos a Naciones Unidas en caso de que a Palestina se le conceda "la misma posición que los estados miembros" de la ONU. Detrás de esta normativa está Israel, que se niega en rotundo a aceptar a Palestina en el seno del organismo multilateral. Es por eso que en los últimos tiempos se han efectuado cambios en los que se especifica que los palestinos no tendrán derecho a votar en la Asamblea General ni a presentar su candidatura ante organizaciones de la ONU, como el Consejo de Seguridad.
Es poco probable que eso ocurra, ya que Estados Unidos se opone a cualquier reconocimiento de la condición de Estado fuera de un acuerdo bilateral entre los palestinos e Israel.
El embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, ha dicho que "esta iniciativa pasa por alto al Consejo de Seguridad y, por tanto, a la Carta de la ONU". "Demostrará cuán desconectada está la ONU de la realidad y cómo recompensa el terrorismo. Si se aprueba, espero que Estados Unidos deje completamente de financiar a la ONU y sus instituciones de acuerdo con la ley estadounidense", añadió.
El borrador del texto, impulsado por Irlanda y Emiratos Árabes, entre otros países, reconoce que Palestina está calificada para ser miembro de pleno derecho de la ONU y recomienda que el Consejo de Seguridad reconsidere la petición después de haber sido bloqueada por Estados Unidos.
Para algunos países, esta votación puede ser el primer paso en el camino hacia una paz duradera en Medio Próximo. Para otros, incluido Israel, esta decisión supone un premio al terrorismo patrocinado por Hamás que conducirá a la retirada de fondos de Naciones Unidas por parte de Estados Unidos, que actualmente es el mayor donante.
El 18 de abril , Estados Unidos vetó una resolución del Consejo ampliamente respaldada que habría allanado el camino para que Palestina fuera miembro pleno de las Naciones Unidas.
Para que se apruebe un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, debe tener al menos nueve miembros a favor (son 15 en total) y ninguno de sus cinco miembros permanentes (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) debe utilizar su poder de veto. Palestina ha sido observador permanente en la ONU desde 2012, antes de lo cual fue observador en la Asamblea General de la ONU.
