Con las modificaciones implementadas por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) en noviembre de 2023, el uso de datos de biometría para el registro de jornadas, el fichaje y el control de accesos puede llegar a excesivo, ya que los registros que se utilizan en esta herramienta (huellas dactilares, reconocimiento facial, patrones de iris, registros de voz, etc.) son reconocidos como datos especiales dentro del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Lo anterior implica que el uso de estos datos requiera de un cuidado especial, debido a la delicada información que recogen y los posibles riesgos a los que se enfrentan las personas al compartir, con poca restricción, su información personal.