Desde hace un par de meses, Luis Carlos Monge se cuestionaba si valía la pena continuar con ¡A cachete!, su conocido programa de entrevistas a diferentes personalidades del medio costarricense.
Sin embargo, fue a inicios de mayo que el periodista decidió que era momento de poner en pausa este proyecto televisivo, uno con el que soñó desde muy joven. Según relata el periodista, el problema es que comenzaron a faltar patrocinios, lo que no le permitía pagarle al equipo técnico que trabaja con él.
“Veníamos muy bien, pero se juntaron algunas cositas y también algunos de los patrocinadores que teníamos más viejitos tuvieron que hacer una pausa. Sabemos que la situación económica no está como muy allá y uno lo entiende y más bien agradece. Pero el programa no deja de ser un compromiso con la gente que trabaja conmigo, entonces tengo que ser responsable y si la cosa está complicada, no puedo pedirle a la gente que venga semana a semana trabajar gratis”, explica.
Monge explicó que para este programa tenía tres camarógrafos fijos, un sonidista, un post productor y un músico a quienes les debía pagar por sus servicios y, aunque incluso algunos le mencionaron que estaban dispuestos a “ponerse la camiseta” (trabajar gratis), él no lo considera justo.
Luis Carlos Monge renuncia a ‘Buen Día’
Su idea ahora es replantear el programa y definir en qué formato se puede seguir trabajando para que sea un “modelo sostenible de negocio”.
“Obviamente es un proyecto que a uno lo entretiene mucho y que creo que la gente disfruta. A nivel de audiencia nos estaba yendo bien en comparación con lo que teníamos el año pasado, pero la idea de un negocio no es que te deje pérdidas, entonces básicamente ahorita estamos analizando cuál es el mejor camino, cuál es la mejor plataforma para continuar y a partir de cuando podría ser”, detalla.
¡A cachete! pasó por televisoras como Multimedios y, más recientemente, estuvo en Canal 13, donde experimentó algunos problemas técnicos. Según Monge, en la televisora estatal tenía que estar lidiando con la señal y con aspectos de las cableras, que hizo que el proceso fuera “un poquito desgastante”.
Actualmente, Monge está valorando la posibilidad de llevar el programa de nuevo a la televisión, o si dejarlo solamente en plataformas digitales.
“Creo que el patrón de consumo de los contenidos ha cambiado. Ahora todo se ve prácticamente en el teléfono celular, entonces ahorita les estamos metiendo mucho al canal de YouTube. No obstante, el tema es que, independientemente de la plataforma, el costo fijo de sacarlo va a ser el mismo... No porque sea para YouTube voy a chinearlo menos, o traerme solo un camarógrafo”, agrega.
Y añade: “A veces la gente cree que es solo ponerse ahí y poner algo a grabar, pero no, lleva su trabajo, su planificación y su compromiso. Además, yo tengo esa responsabilidad con los muchachos y con el televidente, para que salga un buen contenido”.
Luis Carlos Monge tiene claro que este no es el fin de su programa, pues era algo que anhelaba desde que era muy joven y que finalmente hizo realidad a inicios del 2020, meses después de salir de Teletica, televisora que fue su casa por 13 años.
“Es el resultado de una idea que tuve desde chiquillos, porque yo siempre dije que yo quería trabajar en algo que tuviera que ver con entretenimiento y crecí con la idea de tener mi propio show. Tal vez no lo tenía tan claro en su momento, ni cuál iba a ser la fórmula, pero le fui dando forma con los años hasta tener lo que tengo ahorita”, comentó.
“Empecé en una sala, con una mesa de comedor, y luego ya pude invertir en un set profesional, en más equipo, y eso refleja también una evolución en mi carrera profesional”, asegura.
A lo largo de los años, Monge ha entrevistado a diferentes figuras de la farándula nacional, así como a deportistas, cantantes y hasta políticos sobre diferentes y singulares temáticas, las cuales solían sacarle las risas a los entrevistados.
Para Monge, el éxito de su programa, que en más de una ocasión se viralizó en redes sociales, es el hecho de que sea un espacio en el que se habla de forma natural, sin rigidez.
“No se siente una entrevista acartonada, incluso los invitados se sienten diferentes, se escuchan diferentes, como si estuvieran ahí en un vacilón en la sala de una casa con amigos y eso fue lo que siempre cuidamos, siempre tratamos de proteger ese espacio”, expresó Monge.
“Por eso, en algunas circunstancias, cuando me han dicho que por qué no hacía el programa en el set de una televisora, yo les decía que la esencia está aquí (en la sala), la gente se siente cómoda, puede hablar como es. Vacilamos con el invitado, con el músico y al final es un vacilón entre compas”, agregó.
Ahora, con el programa en pausa, Monge seguirá trabajando en sus proyectos de comunicación y producción audiovisual, sin embargo, espera tener noticias positivas sobre ¡A cachete! pronto.