El Cártel de Sinaloa ha traspasado fronteras, según la DEA. Actualmente se encuentra en 40 países.
De carne y hueso como cualquier otro, Ismael ‘El Mayo’ Zambada, el narco intocable, ha enfermado.
El capo, que llevó a la cima al Cártel de Sinaloa, se encuentra en mal estado de salud, según reveló la DEA en su reciente informe de Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas.
‘Ismael Zambada García se encuentra enfermo, por lo que el liderazgo de su facción está en juego’, específica.
La DEA lo presenta en su ficha de búsqueda como un hombre de 1.75 metros y 75 kilos. A los 16 años, cuentan algunos artículos de la prensa local y los narcocorridos que lo ensalzan, empezó su vida como narcotraficante. Desde entonces, ha tenido la audacia de vivir en medio de la persecución, la muerte, las drogas, las lealtades y las traiciones, sin pisar la cárcel.
En Sinaloa es donde comienza su historia. En los ochenta formó parte de la cúpula del narcotráfico mexicano. Llegó a la cúspide en 1989, cuando detuvieron al capo, Miguel Ángel Félix Gallardo.
Su nombre aparece en los expedientes de inteligencia de Estados Unidos desde hace 40 años, en ellos es descrito como la cabeza más visible del Cártel de Sinaloa.
En los noventa, el CDS se consolidó organizativamente como una federación de carteles con tres familias principales asociadas: la de Joaquín El Chapo Guzmán; la de Zambada y la de Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, asesinado el 7 de junio de 2014.
La captura del Mayo no es un objetivo exclusivo de México. El país vecino del norte ha convertido al líder del Cártel de Sinaloa en su enemigo público número uno. Estados Unidos lo ha señalado recientemente de orquestar el tráfico de fentanilo.
El país de Joe Biden ha puesto precio a la cabeza del líder de Sinaloa: 15 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
