Los residentes de los barrios orientales de Rafah, al sur de Gaza, próximos al denominado corredor Filadelfia fronterizo con Egipto, han recibido mensajes que les instan a evacuar y dirigirse hacia la llamada “zona humanitaria” de Al Mawasi, según informa este lunes el Ejército israelí. “De acuerdo con la aprobación del Gobierno (israelí), una evaluación en curso guiará el movimiento gradual de civiles de las áreas especificadas hacia el área humanitaria” de Al Mawasi, señala el Ejército en un comunicado publicado en redes sociales.
Según esta fuente, la orden de evacuación es “temporal” y ha sido transmitida a través de carteles, mensajes SMS, llamadas telefónicas y difusiones en los medios de comunicación en árabe. Por el momento, el Ejército no ha relacionado esta evacuación con la anunciada invasión terrestre de Rafah.
En el comunicado, se detalla también que la zona de Al Mawasi, próxima a Jan Yunis, ha sido ampliada, y está recibiendo más ayuda humanitaria como “hospitales de campaña, tiendas, mayor cantidad de alimentos, agua, medicamentos y suministros adicionales”. A pesar de ser denominada como área segura por parte del Ejército, la zona de Al Mawasi no se ha librado de la violencia, las condiciones siguen siendo terribles y la ayuda humanitaria no consigue llegar.
“(El Ejército israelí) está a punto de operar con fuerza contra las organizaciones terroristas en el área donde usted reside actualmente, como lo han hecho hasta ahora. Cualquiera que permanezca en la zona se pone en peligro a sí mismo y a sus familiares. Por su seguridad, evacúe inmediatamente a la zona humanitaria ampliada en Al Mawasi”, dice uno de los panfletos divulgados.
El Ejército ha dicho esta mañana, en una rueda de prensa online con los medios, que la evacuación responde a un esfuerzo más para “desmantelar a Hamás, traer de vuelta a los rehenes” y mover a la población civil fuera de peligro, pero no ha especificado cuánto tiempo tienen los residentes para acatar esta evacuación forzosa.
En el comunicado, se detalla también que la zona de Al Mawasi, próxima a Jan Yunis, ha sido ampliada y está recibiendo más ayuda humanitaria como “hospitales de campaña, tiendas, mayor cantidad de alimentos, agua, medicamentos y suministros adicionales”.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró ayer que Israel no pondrá un fin a la guerra en Gaza, incluso si hubiese un acuerdo de tregua temporal con Hamás, y durante meses ha aludido a la “necesidad” de destruir los batallones del grupo islamista que siguen operativos en Rafah.
Esta orden de evacuación se produce menos de 24 horas después de que ayer, en un ataque con una decena de cohetes perpetrado por Hamás, muriesen tres soldados y otros once resultaran heridos en el sur de Gaza, cerca del cruce de Kerem Shalom, que sigue cerrado e inoperativo desde el incidente.
Al igual que los residentes de muchas otras localidades, la mayoría de los desplazados de Jan Yunis se encuentran en Rafah, que antes de la guerra tenía menos de 300.000 habitantes y ahora acoge casi un millón y medio de personas.
El Gobierno de Netanyahu llevaba ya semanas asegurando que lanzaría una ofensiva contra la localidad gazatí a pesar de la presión internacional, que se ha mostrado contraria porque supondría un gran riesgo para los cientos de miles de desplazados, que se encuentran en condiciones muy precarias, con escaso acceso a básicos como comida, agua potable o asistencia sanitaria.
Nadav Shoshani, un portavoz del Ejército israelí al que cita Associated Press, señaló que Israel estaba preparando una “operación de alcance limitado”, sin aclarar si esto es el comienzo de una invasión de la ciudad a mayor escala. En cualquier caso, el pasado mes de octubre Israel no anunció formalmente la invasión terrestre de Gaza que continúa hasta hoy.
El director de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, denunció anoche que Israel le había negado dos veces en la última semana la entrada a Gaza, así como un aumento de los ataques contra los convoyes humanitarios y su personal.
“Sólo en las últimas dos semanas, hemos registrado 10 incidentes que involucraron disparos contra convoyes, arrestos de personal de la ONU, incluido acoso, desnudarlos, amenazas con armas y largas demoras en los puestos de control que obligaron a los convoyes a moverse durante la oscuridad o abortar” su misión, dijo Lazzarini en su cuenta de X.
“Estos incidentes ocurren repetidamente en momentos en que estamos inmersos en una carrera contrarreloj para evitar la hambruna en Gaza”, denuncia Lazzarini, que advierte de que esto también genera “miedo” entre los equipos humanitarios.