La filósofa Val Plumwood cuenta en El ojo del cocodrilo (Cactus) que andaba en canoa en el río East del norte tropical de Australia cuando tuvo un encuentro cercano con un cocodrilo. Y en ese momento se dio cuenta de que en la planificación de su paseo se había olvidado un pequeño detalle: su propia vulnerabilidad en cuanto animal comestible, cuerpo jugoso y nutritivo para otros.