Los taxis del espacio de Elon Musk o Jeff Bezos, que inicialmente tomaron la delantera en este campo, plantean un problema irresoluble de sostenibilidad y eficiencia: el combustible que requieren es tan pesado y costoso que el objetivo se vuelve inviable a gran escala. Pero varias startups repartidas por el mundo avanzan a gran velocidad en una alternativa factible. El cohete SE75 de la empresa alemana HyImpulse , de Wurtemberg, un pequeño vehículo de lanzamiento especialmente económico, ha despegado desde el campo de pruebas de Koonibba, en Australia del Sur, impulsado por parafina, la cera de las velas, en combinación con oxígeno líquido. Todo apunta a que este es el futuro de los viajes espaciales privados. El cohete de sondeo suborbital de una sola etapa, de 11,5 metros de altura, no cruza todavía la frontera hacia el espacio. El vuelo de prueba llega sólo a 60 kilómetros de altura, pero ya puede transportar una carga útil de 250 kilos y su innovador motor híbrido no es explosivo, por lo que ofrece una alternativa más ecológica a los combustibles tradicionales. «Este lanzamiento significa para el mundo que somos capaces de lanzar grandes cohetes y nos posiciona como un actor clave en una industria espacial global valorada en miles de millones de dólares», dice Lloyd Damp, el CEO de Southern Launch, que aporta la base de lanzamiento. También es capaz de volar al espacio, añade Christian Stricher, cofundador de HyImpulse. «No existe ningún cohete comercial que utilice esta tecnología a gran escala», explica Martin Tajmar, experto en tecnología espacial de la Universidad Técnica de Dresde. La idea es utilizar el vehículo de lanzamiento para hacer una mejor oferta para satélites pequeños , afirma Stricher, «hasta ahora, en el mercado se encuentran principalmente cohetes que se pueden imaginar como autobuses o trenes. Los satélites sólo se descargan en determinados lugares de la órbita, como por ejemplo en una parada de autobús; nuestro cohete se parece más a un taxi». Noticia Relacionada estandar No Así son los lujosos interiores de la cápsula espacial con sello español Aurora Rocío Jiménez Esta nave, cuyo diseño interior ha sido creado por Frank Stephenson Design, podrá acomodar a ocho pasajeros que deberán pagar por el billete 150.000 euros Los cohetes son más baratos gracias al motor híbrido de combustible sólido y líquido, ya que se necesitan menos componentes que en los motores convencionales. HyImpulse está trabajando también en un segundo cohete más grande y con mayores capacidades, con el objetivo de estar ejerciendo labores de transporte al espacio en aproximadamente año y medio. Es la próxima carrera espacial y ya ha comenzado. El cohete portador Spectrum , de Isar Aerospace Technologies, espera poder transportar a una órbita terrestre satélites y cargas útiles de hasta mil kilos. Fundada por exestudiantes de la Universidad Técnica de Múnich (TUM), Isar Aerospace construye los cohetes Spectrum no muy lejos de la capital bávara y cuenta con centro de pruebas en el norte de Suecia. También la empresa Rocket Factory Augsburg trabaja en sus cohetes RFA ONE, asociada con la empresa ucraniana Lunar Research Service. Para Europa es un nicho relevante porque los cohetes de Arianespace, que han desempeñado un papel crucial en el transporte de satélites, actualmente no están en funcionamiento. Carrera de fondo No es probable que todos los proyectos sobrevivan a largo plazo y seguramente ganará la carrera quien consiga el objetivo a mejor precio. HyImpulse lanzará su mayor cohete por unos seis millones de euros. Calcula unos 6.500 euros por kilo de carga útil y ya tiene los libros de pedidos llenos. Se reserva plaza con dos años de espera . Según Streicher, entre sus principales clientes se encuentra la industria del automóvil, que requiere navegación por satélite y funcionamiento automático. Después del primer lanzamiento en Koonibba, HyImpulse está considerando desplegar desde el complejo de Whalers Bay su lanzador orbital SL1, aún en desarrollo y que utilizará diez motores de cohetes SR75 para elevar cargas útiles de hasta 600 kg a la órbita terrestre baja. El cohete SL1 de tres etapas tendrá aproximadamente 33 metros de altura y ofrecerá la opción de equiparse con una plataforma llamada HyMOVE, que dispensará un conjunto diverso de aplicaciones de misión. Uno de los elementos más importantes compartidos tanto por el cohete suborbital SR75 como por el SL1 es el motor de cohete híbrido HyPLOX-75 , que al no ser explosivo permite, no sólo mayor sostenibilidad, sino también mayor eficiencia y facilidad de transporte y almacenamiento que se suman al abaratamiento del servicio. El desarrollo de los nuevos motores cambia el panorama de los taxis espaciales, según Ulrich Walter, profesor de Tecnología Espacial en la Universidad Tecnológica de Múnich y exastronauta, que prevé que este mercado adquirirá gran importancia en un futuro no muy lejano.