Olaf Scholz ha condenado el ataque sufrido en la noche del viernes por su compañero de filas, Matthias Ecke, el eurodiputado del Partido Socialdemócrata (SPD) agredido por un grupo de cuatro jóvenes mientras colgaba carteles electorales en las calles de Dresde. «La democracia se ve amenazada por este tipo de actos», advirtió el canciller en un congreso de los socialistas europeos celebrado este sábado en Berlín. «Nunca debemos aceptar tales actos de violencia, debemos oponernos juntos». Ecke, de 41 años, que sigue hospitalizado, es el candidato principal del SPD para las elecciones europeas de junio en la región de Sajonia, uno de los bastiones políticos de la extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD).
Scholz atribuyó la responsabilidad de la agresión contra Ecke al «discurso y la atmósfera» generada por querer «enfrentar a unas personas contra otras» desde la política. La cúpula de su partido, sin embargo, fue más explícita y acusó a los militantes de la AfD después de que la Policía confirmara que la hipótesis principal es que se tratara de un ataque de naturaleza política. «Sus partidarios están ahora completamente desinhibidos y nos ven claramente a los demócratas como un juego», declararon Henning Homann y Kathrin Michel, líderes regionales del SPD.
«Si se confirma un atentado con móvil político (...) a pocas semanas de las elecciones europeas, este grave acto de violencia sería también un grave acto contra la democracia», subrayó la ministra del Interior, Nancy Faeser, un acto que, en caso de confirmarse, supondría «una nueva dimensión de la violencia antidemocrática».
Armin Schuster, ministro del Interior de Sajonia, declaró que desde principios de año se han registrado 112 actos de violencia política relacionados con las elecciones. En esta línea, la Policía añadió que un hombre de 28 años que pegaba carteles de Los Verdes había recibido antes «puñetazos» y «patadas» en la misma calle de Dresde. Las autoridades sospechan de los mismos atacantes.
El jueves, dos diputados de Los Verdes fueron agredidos mientras hacían campaña en Essen, en el oeste de Alemania, y uno de ellos recibió un golpe en la cara, según la policía. Y el pasado sábado, decenas de manifestantes rodearon en su coche a la vicepresidenta del Parlamento, Katrin Goering-Eckardt, también legisladora de Los Verdes, en el este de Alemania. Los refuerzos policiales tuvieron que despejar el camino para que pudiera huir.
