El Real Madrid ya es campeón de Liga. La Liga número 36 va camino de las vitrinas del Santiago Bernabéu después de una tarde perfecta para los blancos, que ganaron al Cádiz con mucha autoridad y después vieron cómo el Barcelona se hundía en Girona para hacer que las cuentas del alirón salieran. Después del triunfo, necesitaba el Madrid que no ganaran los azulgrana, que lejos de eso, fueron goleados por el Girona, que les quita además la segunda plaza por ahora.
El objetivo que buscaba Ancelotti a primera hora de la tarde lo cumplió su unidad B, que no le falló. Cumplió de sobra con nueve titulares en el banquillo ante el Cádiz, que bastante hizo con resistir en la primera mitad. Nada más arrancar la segunda apareció Brahim para hacer un golazo con la pierna derecha después de un control genial con la izquierda. Quería el título cuanto antes el malagueño, y abrió el camino a una goleada que dejaba el alirón pendiente y que dos horas después se hizo realidad.
Parece que tenía prisa Brahim por celebrar, así que encendió la luz en una frontal del área donde el Cádiz achicaba todos los espacios y no dejaba que el Real Madrid encontrase las ocasiones claras. Pero nada más volver del descanso, le dejó Modric la pelota y el ex del Milan se encargó de hacer el resto. Una media vuelta marca de la casa y la pelota a la escuadra de Ledesma. Se rompió el cerrojo y después entro Bellingham para estirar un poco las piernas y tratar de acercarse un poco al Pichichi. Y no necesitó más de dos toques para encontrar el gol que buscaba. Recuperó una pelota y se fue al punto de penalti a esperar la asistencia de Brahim. Redondeaba sus números el malagueño y llegaba Jude a los 18 goles en Liga. Misión cumplida por partida doble mientras el Cádiz se derretía. El Bernabéu ya era una fiesta, al grito de campeones y de así gana el Madrid. Se sabían ya casi campeones a falta de ese punto que falta.
Quedaba todavía la carrera de Nacho, que está jugando sus últimos partidos en el club de su vida y se dio un gustazo. Vinicius arrancó el contragolpe y corrió Nacho al espacio. Le puso el balón el brasileño y el central lo hizo perfecto hasta plantarse en el área y dejarle el gol hecho a Joselu, que sólo tuvo que empujarla. Todo perfecto en la tarde del alirón y previa de la vuelta de semifinales de Champions del martes. Por eso, porque queda por delante el partido más importante de la temporada, no fueron los futbolistas a Cibeles, vieron la derrota del Barcelona en las entrañas del Bernabéu. Una alegría contenida, porque ya habrá tiempo para celebrarlo.
