El Barça depende ahora del Girona para acabar la Liga en el segundo puesto y poder plantarse en la próxima edición de la Supercopa de España. El 4-2 encajado en Montilivi deja a los azulgrana con la obligación de no fallar más en las últimas cuatro jornadas. A priori, el calendario que queda es más asequible para el equipo de Míchel, ya liberado y clasificado matemáticamente para la Champions por primera vez en su historia. De los últimos rivales culés, la Real Sociedad está inmerso en la pelea por Europa, lo mismo que el Valencia, penúltimo adversario gerundense. El resto están en tierra de nadie y sin nada en juego. Incluso el Almería, penúltimo oponente del Barça, y el Granada, último del Girona, jugarán en Segunda la próxima temporada.
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