No había que ser un lince para presagiar que el ministro de Cultura iba a emprender una cruzada contra la tauromaquia. Lo que no sospechábamos es que Ernest Urtasun fuese tan ingenuo. Ahora el sanchismo llamará máquina del fango a quienes criticamos la decisión de un político tan exiguo de sesera, seremos la «galaxia de ultraderecha» o el universo fascistoide porque todo lo que suponga discrepar de esta amalgama de autócratas forma parte de la fachosfera. Su admirado Lorca, mucho más por cómo fue asesinado que por lo que escribió, acabará siendo también un facha. Tiempo. Por eso no hay que enfocar hacia Urtasun, que al fin y al cabo es un pobre desgraciado que sólo dice pamplinas, desde la...
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