Un profesor de un liceo de Vicuña se obsesiona con la figura de Yin Yin, el hijo adoptivo de Gabriela Mistral, quien se suicidó con arsénico en 1943. Poco a poco, el protagonista irá entrando en una paranoia para intentar invocar su presencia y rescatarlo del infierno, incluso encarnando a la propia Mistral para desenmascarar la causa del fatal desenlace del muchacho.
Marcelo Alonso encarna a este personaje en “¿Estás ahí, Yin?”, una adaptación escénica del cuento homónimo escrito por Cristián Geisse. Bajo la dirección de Cristián Plana, el monólogo estará en cartelera en el Centro Gabriela Mistral desde el 11 de mayo hasta el 02 de junio (tickets disponibles aquí).
“Apenas leí el cuento me fascinó el lenguaje, su potencial dramático y me entusiasmé con la idea de ponerlo en escena. Nunca había leído una ficción literaria tan radical relacionada con la figura de Yin Yin, donde además se muestra una versión inédita de este rol de Mistral, a través de este profesor que se pone en la carne de ella”, cuenta su director, Cristián Plana.
Juan Miguel Godoy tenía 5 años cuando fue adoptado por Mistral, quien le dio el apodo de Yin Yin. Desde entonces tuvo una relación muy estrecha con su hijo, y su muerte le cambió la vida por completo. En sus escritos, expresa su batalla interna por librar del sufrimiento a su hijo muerto y sanarse a sí misma: «No es consuelo lo que busco, es verlo».
Y eso es lo que intenta llevar a cabo este profesor en su paranoia: la escenificación del deseo de una madre de reencontrarse con su “niñito”, de rescatarlo del infierno donde, según creen, reside desde el día de su muerte por haber cometido suicidio.
“El protagonista conoce profundamente el drama que circundó toda esta historia y va entrando en una especie de locura que se le escapa de las manos, donde quiere sacarlo del infierno para aliviarla a ella, aliviarlo a él y aliviarse a sí mismo. Es un relato muy conmovedor y a la vez hay mucho humor a través de este delirio”, comenta su protagonista, Marcelo Alonso.
En escena, en medio de un peladero del norte, el protagonista se encuentra en una noche de excesos con dos estudiantes haitianos. Para los ojos perturbados del profesor, ellos son los supuestos jóvenes que hostigaron a Yin Yin en Brasil durante los meses previos a su suicidio. Según la propia Mistral, atribulada por buscar explicaciones a la tragedia, ellos pudieron haberle dado una droga nociva que provocó su muerte.
Así se van desdibujando los límites entre la representación y lo representado, ya que el estado del protagonista produce una imagen doble de la realidad: él es un personaje real de Vicuña, un profesor de 50 años, pero también es Gabriela Mistral el año de la muerte de su hijo.
Locura anclada en el delirio persecutorio, dolor y maternidad, discriminación y excesos, son algunos conceptos que emergen en este montaje.
“El tema central de la obra es la maternidad, en cómo la maternidad te permite contactarte con lo que se perdió, te permite volver a invocar, volver a encarnar en ti. Y también es vista desde el otro lado, la pérdida de la maternidad, ese aullar de dolor por quien ya no está. La obra se trata de esa invocación y encarnación, para poder parir a Yin Yin y transformarse en Gabriela a través de su palabra”, agrega el actor.
