El pasado mes de marzo, la Casa Blanca admitió por fin que había enviado a Ucrania, en secreto, varios misiles de largo alcance ATACMS, que el presidente Zelenski llevaba varios meses reclamando y que Washington se resistía a soltar. Esta eficaz arma debía permitir a las tropas invadidas aumentar su rango de respuesta para amedrentar a Rusia y no limitarse a defenderse en las distancias cortas.
Ucrania venía utilizando desde el pasado otoño este tipo de misiles con cierta regularidad, pero el envío de una remesa de proyectiles más generosa, junto a las baterías Patriot, debía permitir un nuevo equilibrio de fuerzas en los combates.
Sin embargo, Rusia n ha tardado en proclamar que Ucrania no está sacando el partido que esperaba a los misiles tácticos ATACMS estadounidenses. Solo en esta semana, asegura haber derribado 10 de estos costosos aparatos.
Los últimos cuatro ATACMS estadounidenses han caído durante la madrugada del sábado en un ataque de las tropas ucranianas sobre Crimea, según ha informado el Ministerio de Defensa ruso y recoge Europa Press. El pasado martes, y siempre según las fuentes rusas, fueron derribados otros seis de estos misiles.
"Esta noche se ha detenido un intento del régimen de Kiev de llevar a cabo un ataque terrorista con misiles tácticos operativos estadounidenses ATACMS contra objetivos en el territorio de la Federación de Rusia", ha avanzado Defensa en un comunicado compartido a través de Telegram. Moscú se refiere al territorio ucraniano tomado tras la invasión de febrero de 2022. Hay que recordar que la única condición que puso Washington para el envío de este armamento fue que no se utilizara para atacar territorio ruso.
Por otra parte, el grupo de batalla ruso Dnepr ha atacado hasta 40 puestos de control de vehículos aéreos no tripulados del Ejército de Ucrania, cuatro embarcaciones y seis posiciones de armas y morteros, según declaraciones del jefe del centro de prensa del grupo, Roman Kodrian, recogidas por la agencia Tass.
Asimismo, Kodrian ha especificado que en las últimas 24 horas el grupo ha llevado a cabo operaciones de asalto, ocupando la defensa de la orilla izquierda del Dnieper y ocasionando la pérdida de hasta 30 militares enemigos.
Estas acciones han llegado después de confirmarse que al menos cuatro personas han muerto este viernes como consecuencia de nuevos ataques de las Fuerzas Armadas de Rusia sobre varias localidades ucranianas, entre ellas Járkov y Donetsk, donde se han confirmado estos últimos fallecimientos. Ello en el mismo día en el que el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ha asegurado que Ucrania ha perdido unos 111.000 efectivos en 2024, en medio de los problemas de movilización que intenta solucionar, con medidas como el reclutamiento de delincuentes con delitos menores o presionando a sus ciudadanos en el exterior.
