El Gobierno acusa muy a menudo al PP de partido de «bloqueo» por la capacidad que tiene para frenar los deseos del PSOE con la renovación del Consejo General del Poder Judicial o en el diseño de los objetivos de deuda que acompañan la elaboración de los Presupuestos en el Senado. Sin embargo, los mismos partidos del Gobierno, PSOE y Sumar, también utilizan su fuerza en el Congreso para bloquear las iniciativas legislativas del PP: en concreto, los populares han logrado tramitar nueve leyes en el Senado y casi todas ellas cuentan con apoyos de Junts o PNV, lo que permitiría que puedan llegar a lograr luz verde y ser aprobadas en la Cámara Baja. Hay algunas de esas leyes con impacto político, como la ley «antiokupas» o la reducción del IVA a las peluquerías, pero siguen con el freno puesto por Sánchez mientras tramita la amnistía.
PSOE y Sumar, que tienen el control de la Mesa del Congreso, tienen capacidad para bloquear las iniciativas legislativas del PP que están en trámite. Simplemente, por medio de la ampliación del plazo de enmiendas, las leyes del PP quedan guardadas en el cajón: en este sentido, la primera ley que entró en el Congreso procedente del Senado tiene como objetivo rebajar el IVA de las peluquerías, pero ha sufrido ya 15 ampliaciones de enmiendas. La ampliación de enmiendas es la vía que tienen los partidos que controlan la Mesa del Congreso para dejar en el limbo las iniciativas legislativas que no les interesa tramitar: es decir, para apartar las leyes del PP.
No obstante, tampoco La Moncloa parece que tenga capacidad para promover sus propias leyes ya que no ha sido capaz de aprobar ninguna en toda la legislatura: en 2024, tras cuatro meses, el marcador sigue a cero por la falta de apoyos, mientras impide al PP poder dar trámite a sus iniciativas que sí que podrían concitar respaldos suficientes para salir adelante. De hecho, de las nueve leyes, tan solo hay una (una reforma del Código Penal para ampliar los supuestos de prisión permanente revisable) que ha contado únicamente con apoyos del PP. El resto, ha tenido apoyos de otros grupos (Junts o PNV, principalmente) que son imprescindibles para la fase de tramitación en el Congreso.
Lo cierto es que hasta ahora no se ha aprobado ninguna ley que partiese del Senado porque, generalmente, quien tenía el control del Congreso, lo tenía también en el Senado: es decir, era quien atesoraba el Poder Ejecutivo (Gobierno). Sin embargo, la mayoría absoluta del Partido Popular en el Senado ha roto todos los esquemas en esta legislatura y eso da mucha fuerza a los populares tanto para hacer oposición a Sánchez (la Comisión de Investigación del «caso Koldo» que amenaza con citar a Begoña Gómez es un claro ejemplo) como para llevar la iniciativa legislativa.
En este sentido, la ley para rebajar el impuesto a las peluquerías concitó el apoyo de todas las formaciones, salvo el del PSOE. Otra de las que lleva también ya mucho tiempo acumulando prórrogas es la ley «antiokupas», que unió a PP, Junts y PNV: en total, encadena ya nueve prórrogas de enmiendas.
Además de esas dos normas, también hay leyes con un evidente acento social que siguen en suspenso: en concreto, una reforma de la Ley de Derechos de las Personas con Discapacidad para que las personas que tengan algún grado de dependencia se les reconozca un 33% de discapacidad de forma automática. También está la norma para el reconocimiento del carácter de agentes de la autoridad a los funcionarios de cuerpos penitenciarios en el ejercicio de sus funciones, que ha iniciado la tramitación recientemente. O, también está en tramitación una reforma de la Ley de Costas para evitar que se derriben determinadas viviendas cercanas a la playa, una iniciativa que ha conseguido el apoyo de Junts mientras que tan solo PSOE y PNV han votado en contra.
Según explican algunos veteranos trabajadores del Congreso, antiguamente, las iniciativas legislativas se tramitaban en uno o dos meses, pero no se eternizaban en el cajón, como ocurre ahora con un Sánchez muy debilitado.
Las leyes que parten del Senado tienen que ir al Congreso y ahí pasan trámite por la Comisión correspondiente para incluir modificaciones o no. Sin embargo, de momento, ninguna ha llegado a Comisión porque el PSOE y Sumar bloquean las leyes en la Mesa del Congreso. El PP cuenta con mayoría absoluta en el Senado, pero necesita del apoyo de un grupo más (además de Vox y UPN) para poder aprobar sus iniciativas en el Congreso y llegar a los 176 escaños que marcan la mayoría absoluta: en este sentido, Junts y PNV se erigen en los dos grupos con los que los populares podrían concitar el apoyo en determinadas materias.
Sánchez trata de bloquear las leyes del PP para evitar que ninguna llegue a puerto antes que las pocas iniciativas que ya tiene en trámite: la primera norma que aprobará será previsiblemente la ley de amnistía, que verá la luz en el Pleno del 23-25 de mayo si nada cambia. En paralelo, se prevé que también obtenga luz verde la ley que regula las enseñanzas artísticas superiores. De esta manera, el Gobierno habrá tardado cinco meses en 2024 en dar luz verde a una iniciativa de carácter legislativo (contemplando leyes ordinarias y orgánicas y decretos), un anticipo de los problemas que va a tener esta legislatura.
Además, Sánchez, molesto con la mayoría del PP en el Senado, parece que quiere «vaciarlo» de funciones: en este sentido, ahora quiere tramitar una reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para suprimir la capacidad de veto de la Cámara Alta a los objetivos de deuda para evitar que puedan frenar la elaboración de los Presupuestos. En todo caso, pese al veto del PP en el Senado, el Gobierno decidió renunciar a los Presupuestos de 2024 por la falta de apoyo de sus socios independentistas y ahora apuesta ya por las Cuentas de 2025.