Por sexta reunión consecutiva, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) mantuvo sin cambios el nivel de la tasa de interés, en un rango de entre 5.25 a 5.50 por ciento, tal y como lo esperaba el mercado.
Para la Fed, en los últimos meses, “ha habido una falta de mayores avances hacia el objetivo de inflación del 2 por ciento del Comité”, por lo que ha decidido actuar con cautela para iniciar la flexibilización monetaria, debido a que la inflación se resiste a ceder.
Hasta marzo, se aceleró a 2.7 por ciento anual, su mayor lectura en cuatro meses. En su anuncio de este miércoles, el FOMC dijo que no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya adquirido mayor confianza en que la inflación avanza de manera sostenible hacia el 2 por ciento.
La decisión de la Fed se dio a conocer días después de que se publicó la primera revisión del PIB, en el que la economía creció 1.6 por ciento a tasa trimestral anualizada, debajo de la expectativa de 2.5 por ciento.
Tras esta decisión, a la Fed le quedan cinco reuniones más de política monetaria, y en la que el mercado no descarta que el primer recorte sea hasta el cierre del año.
“Al evaluar la postura adecuada de la política monetaria, el Comité seguirá supervisando las implicaciones de la información entrante para las perspectivas económicas. El Comité estaría preparado para ajustar la postura de la política monetaria según corresponda si surgen riesgos que puedan impedir el logro de los objetivos”, añadió el banco central.
“La dependencia de los datos de la Reserva Federal aumenta la incertidumbre en el pronóstico de la trayectoria de la política monetaria, ya que cualquier desviación de la inflación respecto de las expectativas del banco central podría hacerle reflexionar”, de acuerdo con Oxford Economics.
Los analistas de Wells Fargo precisaron que “la persistente inflación y la resiliente actividad económica durante los primeros meses del año han dejado al FOMC con pocos motivos para flexibilizar la política en el corto plazo”.