Los prolegómenos de cada derbi de máxima rivalidad entre el Real Betis y el Sevilla FC, en cualquiera de los dos campos, siempre son esperados. Sea el partido de la competición que sea. Porque cada estadio suele vestir sus mejores galas. Y en esta ocasión el Benito Villamarín no fue para menos. Ya la grada de animación y el club verdiblanco a través de sus perfiles en las redes sociales promovieron que todos los béticos acudieran al partido vestidos de verde, bien con camisetas o bien con elásticas del color primario de la entidad heliopolitana. Y la gran mayoría de los asistentes al encuentro lo cumplió. Pero el espectáculo llegó cuando los equipos iban a saltar al terreno de juego. Primero, se empezaron a desplegar unas cartulinas de color verde en unas gradas y otras de color blanco en otras, para conformar un gran mosaico verdiblanco por todo el estadio Benito Villamarín. Todo ello, mientras en el Gol Sur se desplegaba la gran pancarta que se ha venido pintando durante toda la semana y en la que, como el Betis mostró en sus redes sociales, jugadores como Chimy Ávila, Johnny Cardoso o Juan Miranda, colaboraron a realizarla. En la parte superior se podía leer el lema «Balompié, Esencia, Tradición, Idiosincrasia y Sevillanía» y debajo un grandísimo dibujo en el que un hombre, en el Callejón del Agua, está leyendo un periódico, mientras unos niños vestidos del Betis están jugando a la pelota. A cada lado, las otras tradiciones de Sevilla, la Semana Santa, representada con un retablo del Señor del Gran Poder, y la Feria de Abril, representada con un traje de gitana de color verde y lunares blancos. El tifo fue muy aplaudido por todo el estadio Benito Villamarín.
