Como Brujas o Venecia, el centro de Toledo ha perdido toda su esencia. La calle Comercio se ha ido convirtiendo poco a poco en un bazar de espadas, jamones, turrones y empanadas argentinas, la última moda. La plaza de Zocodover ha dejado de ser el punto de encuentro de los toledanos; no quedan mayores paseando de punta a punta ó niños jugando a la pelota, ahora se agolpan los turistas para colarse en una ruta. Ya nadie queda en Zoco , los jóvenes del resto de barrios que hasta hace poco se reunían allí los fines de semana, también le han dado la espalda. Noticia Relacionada vertical No Imágenes de la calle Comercio en abril de 2024 FOTOS: H. FRAILE La 'calle Ancha' se ha ido convirtiendo poco a poco en un bazar de espadas, jamones, turrones y empanadas argentinas, la última moda Será la nostalgia de aquellos días luminosos, pero mi sensación es que nos han robado o nos hemos dejado robar nuestro espacio. Y ya no hay remedio. Los toledanos del siglo XXI han perdido el centro de su ciudad, no existe, se reúnen en otras plazas, otros barrios, dispersos, o en los pueblos limítrofes, y su espacio ahora lo ocupan riadas de turistas con rostros desconocidos sin rumbo fijo. Y mientras, los vecinos que aún resisten sobreviven entre las promesas y la indiferencia de los gobernantes y los intereses económicos, pero cada vez más cercados y achicados ante la proliferación de tiendas de souvenirs, hoteles, hostales, pensiones y pisos turísticos.
