El cuerpo humano se podría considerar como la mayor expresión artística de nuestra vida, una escultura en constante cambio que se ve moldeada y dañada por el paso del tiempo y sus experiencias. A lo largo de nuestros tiempos y gracias a la ciencia sobre la salud física, se ha necesitado contar la historia de cada uno de nosotros gracias a las huellas que marcan nuestro cuerpo para evolucionar en nuestra calidad de vida. El culto al cuerpo hasta ayer era menester de los que querrían hipotecar su vida para terminar una obra faraónica. Hasta se ha necesitado una pandemia mundial para redescubrir la importancia de algunos hábitos como el ejercico físico.