La más reciente encuesta nacional de intención de voto publicada por El Financiero muestra la enorme heterogeneidad de las preferencias políticas del país.
Hay diferencias marcadas por región, por género, por nivel de escolaridad, por condición socioeconómica, por acceso o no a los programas sociales, entre otros factores.
Claro que todo tiene que resumirse en una sola cifra, la de la votación total. Es más conocida y ha sido más comentada la ventaja que lleva Sheinbaum sobre Gálvez, de 17 puntos de acuerdo con la encuesta más reciente de El Financiero.
Es menos señalado el contraste en las intenciones de voto según atributos de los votantes.
1-Sheinbaum tiene una marcada preferencia entre las mujeres, en donde su ventaja respecto a Gálvez es de 27 puntos frente a la de 6 puntos que tiene en el caso de los hombres. No es el género de las candidatas lo que explica esta diferencia, obviamente. Quizás lo sea el hecho de que las mujeres, muchas de ellas responsables de la administración del hogar, teman más a un cambio de políticas que ponga en riesgo los apoyos sociales.
2-Los que declararon que ellos o sus familiares reciben apoyos sociales tienen una preferencia favorable a Sheinbaum 45 puntos por arriba de los que respaldan a Gálvez. Si fueran unos cuantos, tal vez no inclinarían la balanza, pero resulta que el 57 por ciento declaró recibir estos apoyos. Si la elección se hiciera solo entre aquellos que no reciben beneficios sociales, ganaría Xóchitl por un margen de 10 puntos.
3-El nivel educativo pesa mucho también en las preferencias políticas. Si, para votar, fuera indispensable tener estudios universitarios, las preferencias entre las candidatas estarían prácticamente empatadas. Entre aquellos que solo tienen educación básica, la preferencia a favor de Claudia es de 31 puntos y de 23 puntos entre aquellos que solo tienen educación media. Aunque las clases medias no solo están compuestas por aquellos que tienen un nivel de educación superior, si representan una parte importante de ellas, lo que se refleja en estos contrastes.
4-La geografía del país refleja también estas desigualdades. Pese a que Sheinbaum va adelante en casi todas las regiones, hay algunas, como el centro-occidente, en donde se encuentran varios partidos gobernados por la oposición y que integran Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit y Querétaro, en donde la ventaja es de 8 puntos. En contraste, en los estados del sur del país, la ventaja de 28 puntos.
5-La edad es otro factor relevante. La estadística muestra que los mayores de 50 años tienden a tener tasas de participación más elevadas que el promedio. En ese segmento, la ventaja de la candidata oficial es 24 puntos, frente a los 14 puntos que corresponden a los ciudadanos de 30 a 49 años.
Desconozco cuál vaya a ser la estrategia del candidato o las candidatas en el debate del día de hoy por la noche, pero lo racional sería tratar de incidir entre aquellos electores que aún no han decidido su voto o que, habiéndolo hecho, todavía podrían cambiar.
Se trata de 34 por ciento. Es una proporción que, si se inclinara a favor de una sola candidata podría cambiar el resultado. Si la distribución del voto de este segmento fuera parecida a la de quienes sí declararon sus intenciones de voto, entonces no afectará de manera relevante al resultado.
Como le comentamos antes del primer debate. La presión va a estar sobre Xóchitl. No tiene ya muchas más oportunidades para cambiar el ambiente electoral. Si desperdicia la de la noche de hoy, va a ser casi imposible que remonte.
Claudia solo tiene la tarea de resistir, y ha mostrado que tiene dotes para ello.
Y Jorge Álvarez Máynez ha hecho correctamente la tarea de hacerse presente, lo que podría darle un porcentaje que pocos consideraban alcanzable cuando comenzó su campaña.
Veremos.
