Crítica de Danza 'EXIT ABOVE after the tempest' Coreografía: Anne Teresa de Keersmaeker Bailado por: Abigail Aleksander, Robson Ledesma, Lav Crnčević, José Paulo dos Santos, Rafa Galdino, Carlos Garbin, Nina Godderis, Solal Mariotte, Meskerem Mees, Mariana Miranda, Ariadna Navarrete Valverde, Margarida Ramalhete, Jacob Storer Música: Meskerem Mées, JeanMarie Aerts, Carlos Garbin Música interpretada por: Meskerem Mees, Carlos Garbín Escenografía: Michel François Diseño de luces: Max Adams Diseño de vestuario: Aouatif Boulaich Texto y letras: Meskerem Mees, Wannes Gyselinck Teatro Central. Dia: 26 de abril 2024 4 El inagotable universo del lenguaje coreográfico de Anne Teresa de Keersmaker regresó al teatro Central de Sevilla para estrenar, en rigurosa exclusiva nacional, su última obra, 'EXIT ABOVE after de tempest' que lograra un gran éxito en el pasado festival de Avignon. Continúa la coreógrafa belga creando sus piezas a través de la música, elemento éste fundamental en toda su carrera y que ha sido su eje vertebrador, utilizando para ello sin complejos, compositores clásicos, contemporáneos e incluso combinado ambas opciones siempre con acierto. En esta pieza además, vemos en uno de los laterales del escenario cuatro guitarras eléctricas de distinta factura, lo que nos indica ya que la música va a estar presente, y cómo. Keersmaeker no sólo introduce la música en el interior de la coreografía, sino que hace que ambos intérpretes, el guitarrista Carlos Garbin y la vocalista, Meskerem Mees , sean también bailarines de las diferentes escenas corales de la obra, como si fueran bailarines que cantan y tocan y no al contrario, tal es su compenetración con el hecho coreográfico. La pieza es una constante sorpresa , desde los inicios con el blues en la maravillosa voz de Mees y la guitarra de Garbin, hasta los efectos del punk y el techno que en determinados momentos ejercen ese diálogo intenso y casi violento en ocasiones con la danza. Por cierto, a destacar que esta obra está dedicada al guitarrista y compositor colaborador de Keersmeaker, fallecido recientemente, J ean Marie Aerts, quien también firma la música de la obra. El teatro está abierto. Se ven las varas de luces del peine y apenas hay hombros. Se ha inundado la chácena y en un primer momento aparece un texto en imagen: «Existe un cuadro de Klee que lleva el título de Angelus Novus. Representa a un ángel que parece alejarse de algo que mantiene fijo en su mirada», y un bailarín que tiene aspecto de ángel rubio, comienza a ejecutar movimientos de break y danzas urbanas bajo un velo que parece flotar, como si fuera en efecto, el de un ángel. La voz dulce y armoniosa de Meskerem Mees recoge a los bailarines con la guitarra de Garbín. El velo flotante se posa sobre los trece intérpretes y poco a poco va deslizándose entre ellos hasta que finalmente, como si fuera el velo del templo, cae tras los cuerpos. Comienza entonces a desarrollarse como si fuera una ceremonia, una especie de rito continuado, la obra de Keersmaeker. Sobre el escenario hay dibujadas unas fórmulas geométricas a base de círculos y líneas de colores. Al principio hay unos momentos de inquietante silencio, que un leve movimiento va rompiendo y a partir de ahí, llega la tempestad y los bailarines van desarrollando de forma individual, en pasos a dos, o coralmente, una coreografía que tiene mucho de provocación, sobre todo cuando gesticulan dirigiéndose hacia el público, nos miran y nosotros no podemos dejar de observarlos. Es hipnótico. La danza de Keersmaeker sigue teniendo esa limpieza y ductilidad que ejecuta una compañía heterogénea en cuanto a su estética corporal y dancística y muy joven. Cada uno tiene su propio mundo. Las posturas del extravagante voguing mezclados con windmill o air flare del break, pasando por unos juegos de caderas característicos de la samba o carreras a velocidad, saltos, cruces vertiginosos, y cientos de movimientos situacionales que hacen componer multitud de figuras corales, casi siempre geométricas, a los intépretes. Es una obra vibrante, armoniosa, de una interpretación excepcional, con la música en escena que tan bien hace a la danza, y en la que el lenguaje coreográfico de Keersmaeker una vez más nos deja sorprendidos. A los sesenta años la coreógrafa se renueva y lo hace sin ningún tipo de filtro, creando una dinámica que va de menos a más hasta llegar a una especie de catarsis de la que todos participamos. Una pieza excepcional, que marca nuevamente a Anne Teresa de Keersmaeker como imprescindible en el universo de los grandes creadores europeos y que nos dejó una noche para echar en la maleta de la memoria. A dos días del Día Internacional de la Danza, ha sido el mejor de los regalos. 'EXIT ABOVE after de tempest'. Anne Teresa de Keersmaeker /Rosas Dónde: Teatro Central. Avda José de Gálvez. Isla de la Cartuja Día: 27 de abril Hora: 21,00 Entradas: 22 euros