Cuando se pierde el respeto sólo queda el miedo. Os tengo acojonados a todos. Desde el miércoles sé que no dormiréis tranquilos; os joderé las noches cavilando sobre cuál será mi próxima añagaza y pasareis el fin de semana entero dándole vueltas a eventuales planes que respondan a lo que yo sólo sé.¡Benditos mediocres! Incapaces de entender que por muy difícil que lo tengas, un hombre acorralado y con futuro incierto siempre tiene una bala escondida en la recámara que impactará en el corazón del enemigo. En el corazón, esa es la clave; no en cualquier otra parte blanda que te ...