Conocer la distinción entre sanitización, desinfección y esterilización es esencial para mantener un ambiente seguro para nuestra familia y protegerla de posibles amenazas microbianas.
En esta nota, desglosaremos cada uno de estos procedimientos y te proporcionaremos las claves para implementarlos eficazmente en tu día a día. ¡No te pierdas esta guía completa del sitio web Cleanipedia sobre higiene doméstica!
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La esterilización es un proceso fundamental que implica la eliminación completa de todas las formas de vida presentes en un objeto o superficie. Este procedimiento va más allá de simplemente limpiar o desinfectar, ya que busca destruir tanto microorganismos como esporas y virus.
Existen diversos métodos para llevar a cabo la esterilización, cada uno con sus particularidades:
Métodos físicos: se emplea calor o frío para eliminar los microorganismos. Esto puede incluir la esterilización por calor seco o húmedo, así como también la exposición a radiación.
Métodos químicos: se utilizan productos químicos o líquidos para lograr la esterilización. Esto puede incluir el uso de agentes como el peróxido de hidrógeno.
Sistema de esterilización por plasma: este método utiliza peróxido de hidrógeno, también conocido como agua oxigenada, para destruir microorganismos.
En nuestros hogares conviven diversos microorganismos que pueden representar un riesgo para nuestra salud, especialmente en el caso de bebés o adultos mayores. Para esterilizar objetos y superficies en casa, podemos emplear diferentes métodos:
Esterilizador para microondas: ideal para objetos pequeños, como mamaderas y chupetes, este método es rápido y eficaz.
Hervir agua: un método sencillo y efectivo para esterilizar objetos como cortaúñas, alicates de uñas y tetinas de mamaderas.
Pastillas esterilizadoras: se disuelven en agua y se sumergen los objetos durante un tiempo determinado para lograr la esterilización.
Esterilizador eléctrico: algunas máquinas de limpieza al vapor ofrecen la opción de esterilizar objetos y superficies del hogar de manera rápida y segura.
Lavavajillas: utilizar programas que operen a altas temperaturas puede ser una forma efectiva de esterilizar objetos que sean aptos para este electrodoméstico. Es importante seguir las instrucciones del fabricante para garantizar resultados óptimos.
La desinfección es un proceso crucial que implica el uso de productos químicos para eliminar o prevenir el crecimiento de microorganismos dañinos presentes en una superficie.
Los desinfectantes son productos químicos diseñados para eliminar bacterias, virus y hongos que pueden causar enfermedades. Para ser efectivos, los desinfectantes deben reducir el número de bacterias patógenas en un 99,999% durante un periodo de tiempo específico, generalmente entre 5 y 10 minutos.
Algunos de los desinfectantes más comunes incluyen:
Alcohol: utilizado para desinfectar objetos de uso frecuente, como llaves o carteras. Se recomienda una solución de alcohol al 70% y agua para obtener mejores resultados.
Lavandina: ya sea líquida o en gel, es eficaz para eliminar el 99,9% de virus, hongos y bacterias.
Agua oxigenada: reconocida por su capacidad desinfectante, el agua oxigenada puede ser utilizada para desinfectar frutas y verduras. Se recomienda una mezcla de una parte de agua oxigenada con tres partes de agua y dejar los alimentos en remojo durante unos minutos.
La sanitización, aunque ya la utilizamos cotidianamente en el español, proviene del término inglés "sanitize" y se refiere a la acción de eliminar la mayoría de los microorganismos patógenos, dejando intactas las esporas bacterianas.
A diferencia de la esterilización, la sanitización no busca eliminar todos los microorganismos, pero aun así es un proceso crucial para prevenir la propagación de virus y bacterias en el hogar.
Para llevar a cabo la sanitización en el hogar de manera rápida y efectiva, podemos recurrir a productos diseñados específicamente para este fin. El jabón es uno de los sanitizantes más comunes que todos tenemos en casa, y es muy efectivo para eliminar bacterias al lavarnos las manos durante al menos 20 segundos.
Además del jabón, podemos utilizar geles antibacterianos o soluciones químicas específicas para sanitizar superficies y objetos de uso diario. Es importante seguir las instrucciones de uso de cada producto para garantizar su efectividad y mantener un ambiente limpio y seguro en nuestro hogar.