Meta, antes Facebook, está logrando posicionarse como uno de los líderes, si es que no como gran líder, del incipiente mercado de la realidad virtual. La compra de Oculus se ha traducido, diez años y mucha inversión después, en un liderazgo alcanzado con la tercera generación de su casco.
Con una competencia todavía escasa y el ‘coco’ Apple empeñado en posicionar sus Vision Pro como un dispositivo de realidad aumentada, hablando de entornos virtuales con la boca pequeña, uno de los retos que conserva Meta es conseguir que sus marcas en torno a la realidad virtual dejen de ser un follón, o un carajal, si nos permiten resistirnos a desbravar el lenguaje.
Vamos a desglosar las marcas que rodean a la realidad virtual de la empresa:
Pura fragmentación de marcas. Y eso que no hemos hablado de WhatsApp e Instagram, productos clave de la empresa que de momento viven al margen de la realidad virtual. Ni de Threads ni de Llama.
¿Cómo lo hacen otros fabricantes?
Apple ofrece una coherencia entre marcas que redunda en un ecosistema intuitivo desde sus nombres:
Incluso marcas secundarias, como iCloud, Apple ID, AirPods, Apple Fitness+, Apple Music, Apple Arcade o iMessage, son homogéneas, autoexplicativas y reconocibles como parte de Apple.
La única fragmentación ocurre con los nombres que empiezan por ‘i’ y los que empiezan por ‘Apple’ más un espacio. Cada vez son más habituales los segundos y menos los primeros.
Mención aparte merece el muy confuso término ‘Apple TV’, que da nombre a varios productos completamente distintos: Apple TV+ como servicio VoD, el dispositivo Apple TV, la aplicación Apple TV que hace distintas cosas en función de dónde la usemos…
Amazon tiene cierta fragmentación poco intuitiva: tiene Fire y FireOS, pero también Echo, Alexa y Kindle. Google tiene Android, Android TV, Chrome, Chromecast, Nest, Nest OS, los Pixel… Y Microsoft tiene Xbox, Xbox OS, Surface, Windows…
La fragmentación de marcas no es solo una cuestión estética, también puede dificultar la fidelización de usuarios y la creación de una comunidad sólida en torno a las plataformas de Meta. Y transmite una falta de coherencia, es como si se tratase de productos creados por equipos independientes en lugar de lanzamientos de una única empresa.
Unificar marcas bajo un paraguas común, simplificando nombres y eliminando redundancias sería un paso de gigante para fortalecer su identidad ahora que cada vez más está dejando de ser la empresa de una red social para alinearse más con la visión de futuro que su fundador tuvo de ella.
Quizás algo como «las Meta Quest, que ejecutan QuestOS donde puedes acceder al metaverso Quest World», dejando Oculus para el uso interno de la empresa y renunciando a un ‘Horizon’ que solo añade confusión sería un punto de partida para avanzar hacia esa simplificación que haga de estas marcas algo mucho más reconocible.
Imagen destacada | Xataka con Midjourney
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La noticia
Meta está consiguiendo liderar la realidad virtual, pero tiene otro desafío pendiente: que sus marcas dejen de ser un follón
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por
Javier Lacort
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