Personalidades del mundo de la empresa, la política y la comunicación se han dado cita hoy en las oficinas de Vocento en Barcelona para celebrar la Diada de Sant Jordi. Libros y rosas para festejar una jornada en la que, finalmente, y en contra de lo que anticipaban los pronósticos, el tiempo ha respetado la convocatoria. La proximidad de las elecciones catalanas del 12 de mayo ha centrad buena parte de los corrillos, en una jornada de inevitable regusto preelectoral. El candidato del PP, Alejandro Fernández , por ejemplo, bromeaba con el maratón de convocatorias que le quedan por delante, celebrando que actos como el de hoy, y la fiesta de Sant Jordi en general, se puedan vivir como un paréntesis para coger fuerzas. Sant Jordi da «una imagen de unidad, de una Cataluña abierta y cosmopolita», había apuntado antes Fernández durante su paseo por las paradas de libros. «A nadie se le pregunta lo que piensa, sino que el conjunto de la ciudadanía catalana salimos a la calle unidos alrededor de la idea de la cultura. Yo creo que no hay una cosa más hermosa que pueda unir una sociedad», apuntó. Varios momentos del encuentro a. quiroga / i. baucells A su lado, la portavoz del Grupo Popular en el Parlamento europeo y directora de la campaña para el 12M, Dolors Montserrat , valoraba las últimas encuestas, junto al presidente del PP de Navarra, Javier García . El jefe de filas popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera , y el líder municipal de Vox, Gonzalo de Oro Pulido , fueron otras de las personalidades del campo de la política que se apuntaron. También Anna Grau y Miguel Ángel Ibáñez , uno de los fundadores de Ciudadanos, o el expresidente de los populares catalanes Alberto Fernández acudieron a la convocatoria. El presidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras (Racef), Jaime Gil Aluja , fue otro de los presentes, junto a altos cargos de empresas, agencias de comunicación y anunciantes. i. b. / a. q. Entre las doce del mediodía y las siete de la tarde, la terraza de la sede de Vocento en la capital catalana se ha convertido así en un punto de encuentro para quienes también han aprovechado para disfrutar del día en el centro de la ciudad. En el centro de la llamada 'isla literaria', el conjunto de calles barcelonesas cerrado al tráfico rodado para la ocasión y tomada por centenares de paradas de libros y rosas, la terraza de Vocento ha sido parada obligada para tomar fuerzas en una larga jornada.