Después de todo, todavía hay días que se dice que le gusta su trabajo. Conoce a la mayoría de sus pacientes por su nombre y los pacientes la conocen a ella. A veces, alguno, durante la consulta, la interrumpe, y le dice, y tú, cómo estás, se te ve cansada, se te nota en los ojos. Y no puede evitar emocionarse. Le gustaría poder responderle, y entablar una conversación, y disfrutar de lo mejor de su profesión, que es esa calidez humana. Pero la verdad es que no tiene tiempo. La mayoría de los días no es que no desayune. Es que se le pasa la mañana sin poder ir al baño. Y eso que llega temprano al centro de...
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