Cada día es más común ver a un niño entretenido con alguna pantalla (primero fue la tele, luego los "smartphone" y las tabletas) haciendo caso omiso de los juguetes "offline", los físicos, los tradicionales, los palpables, los de toda la vida. Dentro de algunos años, se podrán comprobar los efectos de este cambio radical en el paradigma del entretenimiento de los más pequeños.
Según aseguran en la web del portal "Guiainfantil", el uso de móviles y tabletas en menores de 12 años puede causar problemas en el desarrollo cerebral de los niños, normalmente asociados a déficit de atención y falta de autocontrol, así como alteraciones en el sueño, la adicción o la obesidad.
Las redes sociales ya no son una simple "tierra de nadie" sin reglas ni justicia como lo eran las primeras proto-plataformas a principios de siglo, cada vez están más regladas y se ejerce mayor control sobre ellas. El problemas de estas ágoras es que no son del todo públicas, y los niños pueden actuar a espaldas de sus padres de manera muy diferente a cómo lo harían en la vida real, con mayor libertad y sin consecuencias inmediatas visibles.
El Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, establece en su Artículo 13 que "podrá accederse al tratamiento de los datos de los mayores de 14 años con su consentimiento, salvo en aquellos casos en los que la Ley exija para su presentación la asistencia de los titulares de la patria potestad o tutela. En el caso de los menores de 14 años se requerirá el consentimiento de los padres o tutores".
En octubre de 2018, durante los últimos inocentes años de las redes sociales de la época anterior a la crisis de la COVID, el Congreso celebró un debate en el que se propuso bajar a 13 años la edad mínima para que un menor se crease un perfil en redes sociales sin la necesidad de la autorización de sus padres o tutores, pero la iniciativa no salió adelante.
Cada plataforma establece su propia edad mínima para que cualquier persona se cree una red en ellas y pueda consumir y/o publicar contenidos. Estas son las principales:
Muchas de estas redes sociales han implementado en los últimos años servicios de identificación y verificación de la edad, y algunas de ellas han llegado incluso a bloquear cuentas de usuarios que mintieron sobre su mayoría de edad en el pasado.
En un vídeo compartido a través de su cuenta oficial de Tiktok, la Policía Nacional ha lanzado un aviso para abrir debate y ayudar a establecer consenso basado en una opinión experta sobre la edad mínima para que los padres les permitan a sus hijos crearse una cuenta en redes sociales.
Un agente del cuerpo explicaba que "aunque las plataformas establecen una edad mínima" para la creación de una cuenta en las plataformas sociales, desde la Policía "recomendamos que sean los padres quienes valoren la idoneidad y madurez de sus hijos para hacerlo".
Además, establecía un punto importante que se ha dejado pasar por alto por muchos progenitores en la última década: "es importante que los padres conozcan el entorno virtual de sus hijos, de la misma forma que conocen a sus amigos en la vida real". Por muy poco ductos en redes sociales, los padres deberían tener un control, o al menos una supervisión del uso que hacen sus hijos de internet.
Con el paso del tiempo, cada vez es más reducida la "brecha digital" entre la generación de nuevos padres y sus hijos, que ya están más acostumbrados a los algoritmos y el funcionamiento intrínseco de las redes sociales. La Policía Nacional terminó el comunicado explicando que un mínimo de supervisión es una forma en la que "si tienen un problema, podrán detectarlo antes".
