Isaac Romero, después de siete jornadas sin ver puerta y negado ante el gol con ocasiones claras falladas, recuperó la alegría de celebrar un tanto en el duelo ante el
Mallorca en el que el
Sevilla lograba dejar prácticamente enterrado el fantasma del descenso. Marcó el 2-0 en una pared con
En-Nesyri previo rebote en la pierna de
Raíllo, lo que provoco una parábola imposible para
Rajkovic.
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