Hace tiempo un arzobispo de una diócesis del sur me confesó que no tenía otro antídoto más eficaz contra el avance del Islam y contra la secularización que el de la religiosidad popular que, en gran parte, está en manos de las Hermandades y Cofradías. El nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Cleopas Auza, alertó esta semana del peligro de convertir la Semana Santa en un espectáculo teatral desarraigándola de su humus espiritual y religioso. «España es de cultura católica, más que de religión católica», dijo, y lamentó cómo «reducir las prácticas de la Semana Santa a manifestaciones turísticas implica la quiebra del patrimonio espiritual y el abandono de valiosas instituciones». [Todos los artículos escritos por José Francisco...
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