Dijo el domingo la ministra de Defensa que el mundo está al borde de la tercera guerra y apenas si ocupó unos segundos de relleno en los telediarios del fin de semana. Se quejaba Robles, con razón, de que nadie quiere prestar atención a la amenaza pero es que, a ver, doña Margarita, estamos enfrascados con Koldo, Ayuso, Puigdemont, la esposa del presidente, la amnistía y las elecciones catalanas y viene usted como Casandra a dar la alarma de que Putin puede lanzarnos un misil balístico mientras pedimos en la terraza, bajo este sol templado de marzo, otra ración de gambas. Aquí la gente se olvidó de Ucrania en cuanto bajaron un poco las tarifas de electricidad, y de Gaza...
Ver Más