El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reiteró este lunes en la primera llamada que mantiene desde mediados de febrero con el presidente de EE.UU., Joe Biden, no estar dispuesto a concluir la guerra en Gaza, que ya suma más de 31.700 muertos, hasta "eliminar a Hamás".
"Hablé esta noche con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden", informó la oficina de Netanyahu en un comunicado oficial sobre la charla entre ambos líderes: "Hablamos de los últimos acontecimientos en la guerra, incluido el compromiso de Israel de lograr todos los objetivos: la eliminación de Hamás, la liberación de todos nuestros rehenes y la promesa de que Gaza ya no representará una amenaza para Israel".
La conversación se produce en un momento tenso entre ambos países, después de que Biden respaldara las declaraciones del líder de los demócratas en el Senado norteamericano, Chuck Schumer, quien acusó el jueves a Netanyahu de ser un obstáculo para lograr la paz en Gaza y pidió la celebración de elecciones para reemplazarlo.
Además, EE UU sigue viendo como una línea roja que Israel invada Rafah, sur del enclave de Gaza con 1,4 millones de desplazados, y asegura que, pese a que Netanyahu aprobó la semana pasada un plan de acción diseñado por el ejército, ellos no lo han visto todavía.
Por último, la oficina de Netanyahu aseguró también haber abordado con Biden, sin dar ningún detalle, el tema de cómo distribuir "ayuda humanitaria necesaria" que ayude a alcanzar los objetivos que Israel mantiene en Gaza.
Este lunes, el secretario general de la ONU, António Guterres, exigió a Israel y a la comunidad internacional actuar de inmediato contra la hambruna en Gaza, después de que se conociera que la mitad de su población, o 1,1 millones de personas, padece "inseguridad alimentaria catastrófica".
Se trata del nivel más grave de inseguridad alimentaria, según el informe hecho publicado hoy la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés), un barómetro mundial en esta materia.
El secretario general subrayó que este porcentaje es el mayor "nunca registrado en ninguna parte", según este sistema de medición de la ONU, y añadió que, además, es un desastre "enteramente" causado por el hombre.
Pese al hambre y a que más del 70% de los muertos en Gaza son civiles, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, el Consejo de Seguridad ha sido incapaz de aprobar un llamamiento al alto al fuego, después de que Estados Unidos impusiera su veto hasta en tres ocasiones, argumentando que ello permitiría el rearme y reorganización de los islamistas de Hamás.