Desde la Medea de Eurípides hasta la Yerma de García Lorca, pasando por Shakespeare, Molière, Brecht... La enorme aportación de Núria Espert (1935, L'Hospitalet de Llobregat) al mundo del arte a lo largo de más de setenta años no tiene parangón. Con una mirada que ha sabido ser feroz y tierna, ha encarnado todo el imaginario de la dramaturgia universal. Dice que el teatro se apoderó de ella a los 13 años hasta convertirse en “dueño absoluto” de su vida, deseos y sueños. No en vano, a sus 88 años sigue trabajando.
Este lunes la aclamada intérprete ha recibido el título de Doctora Honoris Causa en Literatura por la Royal Central School of Speech and Drama de la Universidad de Londres en reconocimiento por una carrera ininterrumpidamente como actriz, directora y gestora cultural.
Espert se ha mostrado “feliz y agradecida” por “tan prestigioso honor” durante la ceremonia privada celebrada en la residencia del embajador en España, José Pascual Marco, quien quiso “refugiarse” en las palabras que otro titán de las artes españolas, el poeta Rafael Alberti, le dedicó tras ver su impresionante interpretación de Salomé de Oscar Wilde: “A la más cortés, a la más graciosa; Actriz española, a la más esbelta; sirena azul, jazmín y rosa; Cielo, mar, luna, sol, clavel; Venus en ascenso, estrella única; Con devoción, Rafael”.
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Su versatilidad como intérprete le ha valido reconocimiento en escenarios nacionales e internacionales, y su trabajo como directora ha obtenido constantemente elogios de la crítica, mostrando su talento multifacético y su visión creativa. Opositora abierta del régimen de Franco, siempre ha sido crítica con las interferencias políticas en el arte y ha levantado la voz en defensa de la mujer como el alma de las artes escénicas asegurando que el feminismo existía en el teatro antes de que se inventase como palabra.
La rectora de la Royal Central School of Speech and Drama, Josette Bushell-Mingo OBE, recalcó que conocer su obra ha sido “una verdadera inspiración”. “Un reflejo del poder de uno para cambiar a muchos, de la fuerza indomable de las artes para decir la verdad y de la humildad y el deleite expresados por la extraordinaria obra de Nuria. Un ejemplo para mí, nuestra institución, personal y estudiantes. Un honor”, señaló.
Por su parte, la vicerrectora de la Royal Central School of Speech and Drama, María Delgado, añadió que Espert “ha sido una fuerza dominante en los escenarios españoles”. “Me parece correcto reconocer estos logros en la ciudad donde debutó como directora con La casa de Bernarda Alba en 1986, una producción que el dramaturgo Arnold Wesker vio como la responsable de abrir las puertas de Lorca en el Reino Unido”, apuntó.
El Doctorado Honoris Causa de la Royal Central School of Speech and Drama es el cuarto galardón de este tipo que recibe Nuria Espert y el primero internacional, junto con los cerca de 180 premios, condecoraciones, premios y distinciones que ha acumulado a lo largo de su carrera. Entre ellos, ha recibido el Premio Princesa de Asturias de las Artes en 2016, el Premio Europa de Teatro, el Premio Nacional de Teatro, el Premio Valle Inclán, la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, el Premio Nacional de Interpretación, el Corral de Premio Comedias, Premio BITEF de Belgrado, Premio Laurence Olivier y Premio Evening Standard a la Mejor Dirección del Año en Londres.