El éxito del activo más popular del mercado de las criptomonedas contrasta con experiencias de años pasados en las que experimentó fuertes turbulencias que provocaron una caída en su precio.
Durante la semana del 11 al 15 de marzo, el bitcóin superó la barrera de los $70.000 por primera vez en su historia. Este hito sin precedentes tocó un punto máximo el jueves, con un valor de casi $73.800 por cada unidad de esta criptomoneda.
El reciente desempeño de la “moneda” más popular del mercado de los criptoactivos contrasta con la experiencias de años pasados en los cuales el bitcóin experimentó fuertes turbulencias que provocaron una intensa caída en su precio. Llegó a negociarse por debajo de los $15.000 en noviembre del 2022.
Sin embargo, desde hace varios meses, la cotización del bitcóin experimentó una subida desenfrenada, luego de ese 2022 para el olvido y un 2023 en el que los precios mostraron recuperación, aunque lejos de sus máximos históricos.
Este año lo inició con un valor cercano a $44.000 y el domingo 17 de marzo su precio de cierre fue de $68.390 por cada unidad, con lo cual la cotización experimenta un aumento del 55,5% en los primeros tres meses del 2024.
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Ante la revitalización que vive la criptomoneda, es importante destacar algunas consideraciones que se deben tener en cuenta si se planea invertir en bitcóin. Sobre todo ahora que los ETF (siglas en inglés de Exchange Traded Fund o fondos cotizados en bolsa) atados al precio de este criptoactivo son una realidad.
Un ETF es un fondo de inversión que cotiza en bolsa, lo que significa que se negocian en los mercados organizados y que su precio varía de manera similar a otros activos, como las acciones. Este instrumento de inversión atado al bitcóin fue avalado por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos.
Tome en cuenta que la decisión de invertir debe ser personal y orientada por un asesor financiero, por lo que este artículo no brinda una respuesta sobre si se debe incursionar o no en las criptomonedas como un instrumento para generar rendimientos.
Douglas Montero, especialista en mercados internacionales, explicó que una de las consideraciones más importantes antes de incursionar en el mundo de las criptomonedas como el bitcóin es saber en qué se está invirtiendo.
“Hay mucha gente que, movida por el miedo a quedarse fuera, invierten. Uno tiene que saber en lo que está invirtiendo, no porque todo el mundo lo haga, debería de invertir”, manifestó este economista.
Montero puso como ejemplo cuando el bitcóin tocó los $68.000 allá por noviembre del 2021, que en ese momento era el precio máximo histórico, pero al poco tiempo se desplomó por debajo de los $20.000. Ahora, que la tendencia es al contrario, la euforia por la criptomoneda regresó.
Mauricio Moya, gestor de Inversiones de Mercado de Valores, manifestó que el bitcóin es un activo que tiene una naturaleza altamente volátil. Un ejemplo de esto es el comportamiento en el precio que experimentó en los últimos años.
Ante esto, Moya destacó que debe ser considerado un activo adecuado solo para aquellos inversionistas con un perfil de riesgo agresivo; es decir, que están dispuestos a tolerar cambios bruscos en el precio, y aún así mantengan su posición en el mercado.
Con la llegada de los ETF indexados al bitcóin, hay una mayor oportunidad para invertir sin la necesidad de poseer el criptoactivo en un monedero. Actualmente, existen 11 compañías autorizadas para lanzar este producto.
Según Montero, esta es una de las principales ventajas de los ETF, ya que permiten invertir en el activo sin poseerlo directamente, lo que reduce la exposición. “Si usted quiere comprar un bitcóin, hoy tendría que invertir $70.000, mientras que si quiere invertir en el IBIT (un ETF), lo hace con $40″, manifestó.
En este ETF, administrado por BlackRock, una de las mayores empresas de gestión de activos del mundo, cada acción tiene un valor que oscila los $40. Dentro de este escenario, la exposición al riesgo es menor, pues no se compra el criptoactivo directamente y, además, estos instrumentos brindan mayores facilidades para venderlos que cuando se es dueño de una porción de la moneda, comentó Montero.
El gestor de inversiones de Mercado de Valores comentó que antes de acceder al bitcóin, el inversionista debe analizar y evaluar sus objetivos. En ese camino debe plantearse si necesita los recursos de vuelta en el corto o largo plazo, o si requiere un ingreso periódico a partir de la inversión que está realizando.
De acuerdo con Moya, el bitcóin se caracteriza por ser una inversión a largo plazo, y, además, a diferencia de otras clases de activos, no genera pagos periódicos, lo que significa que los inversionistas no pueden depender de él como fuente de ingresos constante.
Los especialistas coinciden en que la aprobación de los ETF atados al bitcóin por parte de la SEC en los Estados Unidos es un paso en el reconocimiento de la criptomoneda como activo financiero, haciendo que se integren al sistema y más inversionistas puedan tenerlo en sus carteras.
Moya consideró que la alta volatilidad que ha mostrado se presenta como un obstáculo para que se logre consolidar como una moneda de curso corriente, por lo que ve su uso principal como un activo financiero.
Montero comentó que la aprobación de los ETF es un paso que le da más legitimidad al bitcóin, debido a que este activo ya venía siendo recomendado como una opción para diversificar los portafolios de inversión desde antes.
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