El paso de los años a afecta de la misma manera a todas las personas, muchos se cuidan con la alimentación y el ejercicio, pero la edad golpea a todos por igual.
Llegada a una edad el cuerpo comienza a emitir olores que pueden ser fácilmente reconocidos. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con las rutinas de aseo ni de cuidado personal.
A lo largo de la vida, el cuerpo experimenta diversos cambios físicos y hormonales. Los últimos son cambios en la química interna del organismo que se reflejan en ciertos aromas.
Con el paso de los años, la anatomía experimenta fluctuaciones hormonales que impactan en la composición química. El primero y más notorio es el aumento de lípidos en la piel, la cual puede ser reconocida porque la capa superior se torna un poco más oscura.
En la misma línea, la capacidad antioxidante natural del físico se reduce, por lo que aumenta la peroxidación y cambia el olor. El fenómeno es conocido por el olor a "viejo" o de persona mayor, la cual no es nada más que la representación del paso del tiempo en el cuerpo.
Según un estudio publicado en la revista Plos One titulado "El Olor de la Edad: Percepción y Discriminación de los Olores Corporales en Diferentes Edades", los cambios en los olores no están relacionados a la higiene personal, sino a una interacción entre los compuestos de la piel y sus bacterias.
La molécula 2-nonenal se produce de forma natural como resultado de la peroxidación lipídica y aumenta con el paso de los años. Empieza a incrementar a partir de los 30, la cual coincide con la transición del cuerpo a una etapa más madura.
Según José María Antón, investigador en biotecnología para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el aroma se asemeja a nueces con aceite descompuesto.
