La red de fertilidad más grande de Europa complementa los tratamientos de reproducción asistida, Inseminación Artificial y Fecundación in vitro, con terapias complementarias
La fertilidad se ha convertido en un problema de salud pública. Esta advertencia reciente procede de la Sociedad Española de Fertilidad, que presentaba hace unos días en el Senado su Hoja de Ruta para una reproducción saludable y planificada. En este documento se pide un plan de acción conjunta entre autoridades sanitarias, pacientes y asociaciones médicas y científicas, con el fin de poner coto a este problema que afecta a más de un millón de españoles.
Según el Instituto Nacional de Estadística, la cifra de nacimientos de 2023, 300.000, es la más baja desde que se tienen registros. El porcentaje de descenso desde hace diez años es el 24%.
En este contexto, desde Clínicas Eva se viene insistiendo en el tratamiento preventivo para poner fin a lo que ya se considera un "invierno demográfico". La infertilidad se puede prevenir, afirman desde la mayor red de reproducción asistida de Europa. La clave se encuentra en el diagnóstico temprano, (incluyendo pruebas y controles ginecológicos periódicos) y en la preservación del material reproductivo —vitrificación de óvulos y semen— en caso de enfermedades o cuando no se pueda afrontar tener hijos por cuestiones laborales y/o económicas.
Y, ¿cómo mejorar las tasas de éxito de tratamientos como la Fecundación in Vitro o la Inseminación Artificial cuando ya se está tratando el problema?
El sector de la fertilidad es uno de los que más en parejo corren en relación a las necesidades sociales. En paralelo a la mejora de las condiciones en el proceso, en especial dentro del laboratorio, se estudian tratamientos complementarios que puedan ayudar a lograr el deseo de formar una familia. Desde Clínicas Eva, pioneros en la implantación de estas técnicas y dinámicas, citan los que están ya contribuyendo al éxito reproductivo.
Varios estudios han demostrado que la terapia de oxigenación hiperbárica promueve el engrosamiento del endometrio, por lo que aumenta la probabilidad de una implantación efectiva del embrión y desarrollo del embarazo. Asimismo, se ha constatado la eficacia de esta terapia en la preservación de la fertilidad; en el caso de la mujer, aumentando los niveles séricos de hormona antimülleriana (HAM), por lo que esta terapia resulta beneficiosa en caso de pacientes con valores de la misma menores de 1ng/dl y con un número de óvulos limitados para los ciclos de Fecundación In Vitro. La HAM juega un papel fundamental en la reproducción y es un indicador de la reserva ovárica. Su concentración está relacionada con el número de folículos disponibles para ser fecundados.
En el caso del hombre, se ha constatado una mejora en la disfunción eréctil y en la calidad del semen, teniendo espermatozoides de mejor morfología y funcionalidad. Por lo que aumenta la posibilidad de fecundación del óvulo.
Consisten en inyectar e infusionar tanto en los ovarios como en el útero una porción de plasma rico en factores de crecimiento, obtenido a partir de las plaquetas de la propia sangre de la paciente. Es un procedimiento sencillo e indoloro.
El rejuvenecimiento ovárico está indicado en mujeres con baja reserva ovárica, con pocos ovocitos, y que antes de plantearse utilizar óvulos de donante anónima, quieren intentarlo con sus propios óvulos.
Siempre irá prescrito por el ginecólogo junto con el propio tratamiento de fertilidad para aumentar las posibilidades de éxito y lograr el embarazo.
El del útero, está indicado para pacientes con un endometrio muy fino e insuficiente para la implantación del embrión. También ayuda a pacientes con fallos de implantación.
Dentro de un enfoque integrador, se contempla ya la influencia de la microbiota en la fertilidad, tanto en el varón como en la mujer. Se habla del conjunto de microorganismos —bacterias, hongos, virus, microbios— presentes en el cuerpo humano.
La capacidad del óvulo para implantarse en el útero explican desde Eva Fertility, puede verse afectada por bacterias vaginales que influyen en el pH y la producción de ácido láctico. La microbiota del tracto reproductivo puede ser, por su parte, la causa del desarrollo de embarazos ectópicos, que ocurren cuando el embrión se implanta fuera del útero.
En el caso masculino, la presencia de ciertas bacterias en el tracto urinario puede afectar la calidad del esperma y su capacidad para fertilizar el óvulo. Además, la microbiota intestinal puede afectar la producción de hormonas y la función de los testículos, lo que puede tener un impacto significativo en la cantidad y calidad del esperma.
Estos tratamientos se integran dentro de los tratamientos de reproducción asistida. Para el cuidado general de la fertilidad, y como factores clave para una buena salud general, los ginecólogos de EVA recomiendan una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio.
Fuente Comunicae