Frente a la baja de transferencias automáticas -por la vigencia del régimen cedular de Ganancias- ciertos gobernadores intentaron compensar recursos a través del aumento del impuesto a los Ingresos Brutos (IIB). Pero la estrategia es larga data e incluye también a los intendentes.
Un reciente informe de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) expuso la evolución de la Tasa de Seguridad e Higiene (TISH) durante 2010-2023 en 30 municipios -al menos uno de cada provincia- y la carga que ejerció tanto para el sector mayorista como minorista.
Se contempló a La Plata, La Matanza, Lanús, Quilmes y Mar del Plata; San Fernando del Valle de Catamarca; Resistencia; Trelew; Córdoba; Río Cuarto; Corrientes; Paraná; Formosa; San Salvador de Jujuy; Santa Rosa.
También a La Rioja; Mendoza; San Rafael; Posadas; Neuquén; San Carlos de Bariloche; San Juan; San Luis; Río Gallegos; Río Gallegos; Rosario; Santa Fe; Santiago del Estero; San Miguel de Tucumán; y Ushuaia.
Si bien existen múltiples formas de tributarlo, destacan la predominancia de cobrarlo como un porcentaje de la facturación. Lo que hace que funcione prácticamente igual que el IIBB que aplica las provincias, aunque con una alícuota menor.
Así, dentro de las jurisdicciones reveladas, 22 de ellas cobran una alícuota sobre los ingresos, mientras que las ocho restantes lo hacen sobre montos fijos sobre diferentes variables como la actividad, superficie, empleados.
"[Existió] una clara tendencia alcista en la carga tributaria formal sobre el sector comercial en los últimos 13 años en los municipios que gravan el tributo con una alícuota", alertaron. Al exponer que el promedio para el mayorista pasó del 0,57% en 2010 a 0,71% en 2023 (24,7% de aumento) y del minorista del 0,61% al 0,70% (14,3%).
A nivel desagregado, en el mayorista, el promedio simple de carga tributaria para las 30 ciudades y los tres tamaños de unidades económicas (pequeña, mediana y grande) es del 0,54% de la facturación total neta del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Aunque con diferencias al interior, dada la existencia de alícuotas diferencias hacen que la carga tributaria promedio tienda a ser más elevada para los modelos de mayor facturación. "Con variaciones desde un 0,5% promedio para las empresas pequeñas hasta un 0,59% promedio para las unidades grandes", puntualizaron.
En cuanto al minorista, el promedio simple se encuentra en el mismo valor (0,54% de la facturación neta total de IVA) y el mismo carácter de progresividad de la carga: para los pequeños es del 0,48% mientras que para los grandes asciende a 0,63%.
Pero las diferencias aparecen cuando se diferencia con respecto a los métodos en los que se gravan, en el mayorista cuando se aplican alícuotas la carga es del 0,71% y baja al 0,17% en caso de monto fijo. Una diferencia que resulta aún mayor para en el minorista (0,70% versus 0,14%).
Ranking por rubro y provincias
A nivel mayorista y unidad grande, Santa Fe presenta la mayor presión en "Venta de alimentos" (1,8%), por una amplia diferencia respecto al segundo lugar (Resistencia, 1,008%). Un primer lugar que mantiene para la de "(...) bebidas", "(...) productos textiles y de vestir" y "(...) artefactos para el hogar" con el 1,8%.
Situación que no se mantiene para el caso de la "Venta de materiales de construcción" donde el podio lo ocupa Paraná (1,44%) seguida por Tucumán (1,25%) y Resistencia (1,008%).
Para los minoristas de unidad grande, Santa Fe presenta la mayor presión en la "Venta en kiosco y almacenes" con el 1,80% seguida por Paraná (1,44%) y un escalón por debajo se encuentra Resistencia (1,01%). Mientras que en "(...) supermercados", en la cima está Río Cuarto (4,42%) por encima de Catamarca (3,3%).
Tanto en "Venta de carnes y chacinados" como en de "(...) bebidas" y "(...)productos de textil y de vestir", el primer lugar está ocupado por Santa Fe con el 1,8%. Una situación que se replica, pero con Paraná para las "(...) en ferretería y pinturerías" (1,44%) y "(...) artefactos para el hogar"(2,4%).