Cada vez, nos cuesta más encontrar prendas de vestir que no tengan la mayoría de nuestras amigas o las mujeres de nuestra ciudad. Por eso, en plena era del
fast fashion, las amantes de la moda han optado por dos cosas:
comprar en tiendas vintage y ya, de paso, poner su granito de arena en la sostenibilidad; o
personalizar la ropa y accesorios siempre y cuando las firmas nos den la posibilidad, como es el caso de
los bolsos de Zara o Parfois.
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