"Es un emprendimiento freelance que se fue de las manos", bromea Nicolás Rasmunsen. Portinos nació oficialmente en 2008, aunque antes operó durante dos años como el brazo de realización audiovisual de un blog sobre tecnología. Poco a poco se convirtió en una agencia de marketing digital que hoy trabaja con empresas como Intel y Bandai Namco y el año pasado abrió una oficina en Miami para expandirse en la región.
Su interés por la tecnología nació durante su adolescencia. Después del colegio iba a al canal Bahía Visión Color (BVC) para ayudar a su tío en el programa que conducía todos los sábados.
Rasmunsen se fue de Bahía Blanca rumbo a Buenos Aires para trabajar en televisión y estudiar.
El formato luego fue adquirido por Pramer y Rasmunsen se mudó a Buenos Aires como editor de video del show y, al mismo tiempo, empezó a estudiar Diseño de Imagen y Sonido en la UBA. Durante esta experiencia conoció a quienes se convertirían en sus socios: el periodista Epifanio Blanco y su hija, Valeria (hoy su suegro y esposa, respectivamente). "Cuando se termina el programa empecé a trabajar freelance como camarógrafo y editando videos. Con Valeria empezamos a hacer algunos proyectos en conjunto y sumamos a Epifanio para los que necesitaban más producción", recuerda.
Los proyectos crecieron en escala, con viajes a cubrir eventos y clientes cada vez más grandes. "Portinos era un blog periodístico de tecnología que tenía Epifanio y nosotros empezamos a darle una mano en las cuestiones técnicas. De manera gradual fuimos pasando del video a ofrecer servicios de marketing digital", indica Rasmunsen. Entonces Portinos, una combinación de las palabras "porteños" y "rosarinos", se formalizó con una oficina en San Telmo y su primer empleado.
Hace más de un año se mudó a Miami con su esposa y socia para abrir la primera oficina en el exterior.
El 75 por ciento de los ingresos provienen de los servicios de branding y creatividad. "Empezamos a ver que la veta pasaba más por ofrecer un trabajo de diseño integral de 360° en campañas y no solo por la parte de video", indica el CEO de la compañía que ya cuenta con 45 empleados. En particular, la actividad más demandada es la de adaptar campañas a nivel regional. Por caso con la filial Americas de la japonesa Bandai Namco realizaron una localización para el lanzamiento del videojuego Dragon Ball Z Kakarot que luego formó parte de las vidrieras de la cadena estadounidense GameStop. En tanto, el resto de la facturación se lo lleva el desarrollo de soluciones web para los clientes. "Ahora estamos haciendo una plataforma corporativa para distribuir archivos, vendría a ser como un Dropbox para esa empresa", detalla.
Portinos trabajó con Bandai Namco en la adaptación de campañas del videojuego de Dragon Ball Z.
Su primer gran cliente fue la tecnológica Intel. Primero trabajaron con ellos a nivel local y hoy ya tienen una relación global con la firma estadounidense. También realizaron proyectos para PedidosYa, Cisco, Microsoft, TetraPak y Google. Ahora la compañía factura más de $ 300 millones por año y proyecta duplicar su plantilla para expandirse en el exterior.
"A partir de 2015 la naturaleza regional de trabajo que veníamos haciendo con varios de nuestros clientes nos llevó a pensar en crecer hacia afuera. Inclusiva ya con algunos clientes empezamos a tener una relación regional directamente", comenta el emprendedor. Esto, a su vez, se visibilizó en los ingresos, que pasaron a estar protagonizados por los proyectos fuera del país. Hace poco más de un año Portinos abrió su oficina en Miami y Rasmunsen se mudó ahí con su esposa y socia. "Todavía estamos en proceso de expansión. La idea es que la relación con algunos clientes deje de ser remota. El crecimiento lleva tiempo y no hay que apurarlo", remarca.
La versión original de esta nota se publicó en el número 363 de revista Apertura.
