Ambas localidades intentan socavar la migración interna de jóvenes mediante la asignación de distintos incentivos que trepan hasta 3000 euros.
Los municipios españoles de Ponga (Asturias) y Rubiá (Orense) mantienen sus programas de incentivo de arraigo para jóvenes que quieran instalarse en ambos distritos.
De acuerdo al último relevamiento de ciudades del mundo con políticas demográficas activas elaborado por la compañía de seguros internacional William Russell, el primero dispone de una asistencia económica de hasta 3.000 euros para las familias que quieran instalarse en el territorio. La segunda, por su parte, contempla sumas acordes a los niveles de ingresos declarados.
Ponga, el municipio situado en el macizo cantábrico de Asturias cuenta con menos de 600 habitantes, la mayoría adultos mayores.
De arquitectura rural donde se destacan los corredores, paneras, iglesias o lujosos palacios indianos, conforman un escenario tradicional de la región.
En 2023, el Ayuntamiento local aprobó pagar hasta 3.000 euros a quien se mude, y como extra, otros 3.000 euros por cada hijo que nazca y se empadrone.
El único requisito es suscribir a un contrato firmado la entidad estatal por un plazo mínimo de cinco años.
Para más información: vivirenponga.wordpress.com
El municipio de Rubiá, en la montaña de Galicia, complementará los ingresos familiares declarados para liberar adicionales de incentivo de hasta 100-150 euros mensuales.
De frontera natural entre Galicia y la provincia de León, su territorio está compuesto por tierras, montañas y ciento cursos fluviales. El paisaje lo completan montes que forman muros y barrancos que encierran las aguas.
Para más información: www.rubia.es