La familia real británica se ve afectada por estos días porque la sociedad les exige explicaciones sobre la salud y "desaparición" de la princesa de Gales, Kate Middleton, una de las figuras mejor valoradas de la corona, y ante los rumores sobre la relación de los futuros reyes con Rose Hanbury, marquesa de Cholmondeley.
El pasado 10 de marzo, el Palacio de Kensington había publicado una foto por el Día de la Madre donde aparece Middleton junto a sus tres hijos, George, Louis y Charlotte.
Sin embargo, la imagen despertó polémica en redes sociales y generó diversas teorías porque los usuarios detectaron retoques en la foto. Ante esto, la princesa dio explicaciones al día siguiente.
"Como muchos fotógrafos aficionados, de vez en cuando experimento con la edición. Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión que haya causado la fotografía familiar que compartimos ayer. Espero que todos los que celebran hayan tenido un muy feliz Día de la Madre. C", expresó la princesa.
Hanbury es una aristócrata británica y exmodelo que ganó notoriedad por su relación con David Rocksavage, marqués de Cholmondeley. Ambos participan en la vida de la alta sociedad británica, tienen un estilo de vida glamoroso y están casados desde el 2009.
Fruto de su relación, son padres de Alexander, conde de Rocksavage; Oliver, Lord Cholmondeley; y Lady Iris. La familia vive en Houghton Hall en Norfolk, una finca ubicada cerca de la casa de campo de los príncipes de Gales. Así, fue como ambas parejas de acercaron e hicieron amigas.
Rose y David estuvieron en el casamiento de Kate y Williams en 2011. Sin embargo, la prensa no tardó en romper esa armonía al señalar a Rose como una "tercera en discordia" entre los futuros reyes.
Los rumores de infidelidad empezaron desde mucho antes de que se comprometiera la pareja. Sin embargo, no trascendió ninguna confirmación oficial sobre el asunto.
Tras su cirugía y los rumores sobre su esposo y Hanbury, Kate fue vista en público este fin de semana. Según el tabloide británico The Sun, se la vio "feliz, relajada y saludable".
El diario indicó que la princesa de Gales, de 42 años, fue vista el sábado en su "tienda favorita en una granja", ubicada cerca de su domicilio en Adelaide Cottage, Windsor, a unos 40 kilómetros de Londres.
"Kate estaba de compras con William y parecía feliz y tenía buen aspecto. Los niños no estaban con ellos, pero es una buena señal de que está lo suficientemente bien para salir de tiendas", aseguró una fuente citada por el medio.