Investigadores de la Universidad de Alicante han puesto fecha a la irrupción de la tecnología que revolucionó en la Prehistoria la manera en la que se fabricaban las puntas de proyectil. A partir de la prueba del carbono de restos hallados en distintos yacimientos arqueológicos, el equipo ha situado la fecha de este avance hace casi 8500 años. Su uso se extendió rápidamente por toda Europa a pesar de tratarse de grupos geográficamente distanciados.