Título: Otello . Autor: Giuseppe Verdi (música), Arrigo Boito (texto). Dirección musical: José Escandell. Dirección coro: Oleg Constantinov. Dirección de escena: Rodica Picireanu. Dirección artística: Leonor Gago. Intérpretes: Orquesta, coro y solistas de la compañía . Escenografía: Andrea Battistini. Vestuario: Ópera Nacional de Moldavia . Iluminación: Jesús Zurutuza y Carlos Esad . Escenario: Salón de Palacio de Congresos El Greco. Vista la afluencia de público que suele acudir a las representaciones de ópera en Toledo, que no suelen ser más allá de media docena al año, habrá que concluir que eso de que la ópera es un espectáculo elitista es un soberano tópico. Hay que decir que la entrada de ópera en Toledo es similar a la entrada a una obra de teatro y casi una tercera parte de lo que cobra algún afamado violinista con su espectáculo. La gente acude y le gusta, aunque no es comparable, en ningún caso, un montaje de una ópera que gira por provincias a las espectaculares que ofrece el Teatro Real de Madrid o el Liceo de Barcelona. Sin embargo, esta ópera de provincias también tiene su dignidad artística. Constatado que en Toledo hay afición a la ópera, es preciso contar también que en la ciudad no hay ninguna infraestructura cultural con las instalaciones adecuadas para garantizar a los espectadores una representación idónea. El auditorio del palacio de Congresos quedó sin terminar en la parte del escenario y así sigue: carece de foso lo que obliga a los músicos de la orquesta a adoptar una estructura y una colocación muy desfavorable y apiñada delante de la primera fila del patio de butacas con las cabezas y los instrumentos a ras del escenario, también carece de concha acústica y en la escena se producen corrientes de aire. Esperemos que en algún momento, Toledo, que quiere ser capital de la cultura, bien pudiera construir un auditorio moderno y con todas las condiciones, como ocurre en la inmensa mayoría de las ciudades de España. La última ópera que hemos visto en el salón del Palacio de Congresos El Greco de Toledo ha sido Otello , de Giuseppe Verdi, puesta en escena por la compañía LGAM. Es esta una ópera en cuatro actos que destaca por su dramatismo y profundidad emocional. El libreto, escrito por Arrigo Boito, adapta la tragedia «Otello, el moro de Venecia» de Shakespeare. La acción se centra en cuatro personajes principales: Otello, un general moro (tenor dramático); Desdémona , su esposa (soprano); Cassio , capitán de Otello (tenor); Yago , alférez de Otello (barítono). Otros personajes con menos peso en la trama son: Emilia , sirvienta de Desdémona (mezzosoprano); Lodovico, embajador de Venecia (bajo); Rodrigo , caballero veneciano (tenor); Montano, predecesor de Otello en el gobierno de Chipre (bajo) y heraldo (bajo). Otello es lo que se conoce como una ópera lírica cuya característica musical más más relevantes es cómo la música de la orquesta sirve para reflejar los estados emocionales de los personajes y transmitir la profundidad de las emociones humanas, a la vez que produce una tensión dramática considerable. Verdi emplea motivos recurrentes para representar personajes o temas y rompe con la tradición de arias y recitativos separados, optando por un flujo musical continuo que acompaña la acción dramática. El argumento del libreto en síntesis de esta ópera narra la tragedia de Otello, un general moro de la flota veneciana, casado con Desdémona; el amor de Otello se ve corrompido por los engaños de su alférez, Yago, que introduce la cizaña de los celos. Otello cae en la trampa de Yago y cree que Desdémona le ha sido infiel con Cassio, su capitán. La manipulación de Yago lleva a Otello al asesinato de su inocente esposa y, al descubrir su error, al suicidio. La obra explora temas de amor, celos, traición y el racismo, culminando en una devastadora conclusión. La propuesta que nos ha ofrecido la productora LGAM con músicos en su mayoría valencianos, solistas internacionales y decorados vestuario y atrezzo de la Ópera Nacional de Moldavia es un espectáculo digno con abundante balumba escenográfica y un conjunto de intérpretes, entre coro, solistas e instrumentistas que rondaba el número de 80 personas, que ya es algo que hay que resaltar sabiendo los costes que conlleva tan abultado número de profesionales. El Otello de LGAM es una apuesta positiva por lo que representa presenciar una ópera de primer nivel en directo. La acomodación del oído al lugar, a la música que hace pantalla al coro y los cantantes ha hecho parecer un inicio más frío que ha ido a mejor a medida que avanzaba la representación. Quizá sea también que el primero de los cuatro actos adolece de cierta pobreza en el decorado y en el movimiento escénico con la presencia del coro un tanto gritón, y el resultado es poco armonioso. Pero es cierto que la obra ha ido creciendo, en especial con las diferentes arias, dúos y recitados. Hemos podido comprobar la excelencia de la soprano polaca Magdalena Feiner, que desempeñaba el papel de Desdémona, que ha estado emocional, convincente y conmovedora especialmente en la interpretación de la «canción del sauce» y el «Ave María», luciendo siempre una bella emisión, un correcto timbre y un elegante fraseo. También ha cantado a buen nivel el tenor mexicano Héctor López en el papel de Otello, con buena proyección de la voz y un timbre atractivo y con buena disposición para llegar a los agudos; precisamente esta propuesta ha empezado a calentar el ambiente con el dúo que realiza con Desdémona en el primer acto. El venezolano Pedro Carrillo ha encarnado un Yago más oscuro, bien en lo teatral, pero en lo vocal se ha desenvuelto con poca claridad. Nicolae Vascautan, como el capitán Cassio, se ha desempeñado con corrección vocal y teatralmente un tanto anodino. Los demás cantantes y el coro han mantenido la corrección. La escenografía ha reproducido recintos clásicos venecianos, resultando quizá un tanto ampulosa y en exceso decorativa; en cambio el vestuario magnificaba el contexto por su riqueza y vistosidad. La iluminación acertada en general, aunque hay alguna escena nocturna que en auditorios como este se precisa iluminar mejor a los solistas para que no se diluyan. El público ha considerado con su aplauso que este Otello que gira por provincias era una propuesta digna y así ha manifestado su calidez con el conjunto y en especial, como suele ser habitual, con los protagonistas de la función. Como coda y visto que los toledanos vienen demostrando que les gusta la ópera, sería conveniente que el patronato del Teatro de Rojas estudiase la conveniencia de traer algunas óperas de cámara a lo largo del año y que las ofreciese tanto al público adulto como al escolar, para que todos comiencen pronto a degustar un arte que aúna muchas facetas de la creatividad. Por señalar una ópera de este tipo que en la presente temporada ha tenido un éxito total del crítica y público, ahí está la que se ha representado en el salón de Fundación Juan March, con varias representaciones para adultos y otras para escolares, Grilletta e Porsugnacco , de Johann Adolph Hasse, que bien pudiera venir para hacer el experimento en el Teatro de Rojas. SOBRE EL AUTOR ANTONIO ILLÁN ILLÁN Licenciado en Filosofía y Letras. Catedrático de Enseñanza Secundaria de Lengua Castellana y Literatura. Escritor y poeta