La operación realizada en la base cordobesa de Cerro Muriano en la que fallecieron dos militares habría incumplido todas las medidas que rige una maniobra de vadeo de estas características. Así lo ha explicado en rueda de prensa el abogado Luis Romero , representante jurídico de la familia del soldado Carlos León , que tras analizar «un informe de más de 800 páginas y 60 entrevistas» ha cotejado que las indicaciones que marca el Ministerio de Defensa en relación a estos procedimientos no habrían sido observadas aquel 21 de diciembre. El letrado ha abierto además la puerta a que el capitán responsable de aquella maniobra, Ignacio Zúñiga , pudiera haber seguido «parcialmente al mando» de la base, «incluso por encima de algunos soldados testigos de aquel día». En ese sentido, Romero asegura que la intención de la familia es que se lleve a cabo la investigación de toda la cadena de mando, entre los que incluyen al «comandante, al teniente coronel jefe de la unidad y al general brigada», pues aunque entienden «que no son autores» sí que «tienen responsabilidad». Ni medios ni instrucción Esos fueron los puntos clave de una comparecencia ante los medios de comunicación que ha tenido lugar en el hotel Colón de Sevilla «dos meses después de la primera rueda de prensa» con la misma vocación de que no se «tache de simple accidente y que se investiguen las negligencias, que son más comunes de lo que parece», explicó el abogado. Entre sus aportaciones hubo varias preguntas directas a Margarita Robles , la titular de Defensa, cartera que a su juicio «podrían haber estado recortando presupuesto en seguridad en estas operaciones militares desde hace años». Esto podría explicar «que aquel día no hubiera zodiacs ni ambulancia ni sanitarios de guardia». En ese sentido, Romero explicó las medidas que tendrían que haber quedado garantizadas en la maniobra de vadeo, tal y como le había confirmado un alto cargo del Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ministerio. Lo primero que tendría que haber figurado en aquel lago era «una señalización en la orilla opuesta » y « personal de seguridad y rescate », y «sólo estaban los propios militares». Del mismo modo, era obligatoria «una cuerda fijador entre las dos orillas, y sólo había una guía de vida a la que el capitán pidió que sólo se agarraran en caso de ver peligrar su vida. Como se agarraron todos, se hundieron». También era preciso una « atadura de seguridad , un arnés con sujeciones adecuadas a los extremos, como pudieran ser los árboles». Por otra parte es precepto la «instrucción del personal» , y no «unas palabras en los minutos previos a la maniobra». Finalmente, debía quedar asegurada la «impermeabilización de los equipos» . Este martes se va a desarrollar una «prueba pericial para comprobar la flotabilidad» de las mochilas, que en el caso de Carlos León, encima llebaba una «carga extra 3,5 kilos como castigo». Homicidio doloso eventual por omisión El letrado aclaró que «más que por homicidio imprudente» la familia va a plantear que el delito cometido fue el de «homicidio doloso eventual por omisión» y quieren que trascienda al capitán Zúñiga Morillas, al teniente Tato Garrido y al sargento Álvarez Estupiñán y que investigue a la cadena de mando al completo. El comandante, el teniente coronel jefe de unidad y el general Brigada entrarían en este requerimiento. Es más, Luis Romero aseguró que, dentro de las numerosas comunicaciones que está recibiendo de «oficiales, suboficiales e incluso jefes» le consta que el capitán Zúñiga «sigue presuntamente al mando» aunque «parcialmente», pese a haber sido oficalmente retirado según declaraciones de Defensa de hace algunas semanas. En esos mensajes internos del Ejército le indican que Zúñiga «sigue dando órdenes a militares que pudieron ser testigos en la maniobra en la que murió Carlos León, y eso transgredería todas las normas». El letrado ha pedido explicaciones directas al Ministerio sobre esta aseveración y sobre si es cierto que el capitán hubiera «llevado a cabo maniobras con gases lacrimógenos» siguiendo la estela de su paso por la Legión y si se le «ha expedientado o se le va a investigar ahora». Todas estas
