La polémica más inesperada de los últimos días en el mundo del fútbol ha sido el choque verbal entre Xavi Hernández, entrenador del Barcelona y el periodista de El País, Manuel Jabois.
Todo comenzó tras la clasificación del FC Barcelona para los cuartos de final de la Champions League. Xavi, que tenía muchas ganas de cobrarse críticas por lo que habían dicho meses pasados, señaló un artículo de Ramón Besa en el que se refería al conjunto azulgrana como “el bufón de la Champions”. El técnico no se quedó callado y preguntó en sala de prensa: “¿Qué hacemos ahora con el bufón de la Champions?”.
Pero este intercambio no se limitó al escenario público. Ramón Besa reveló que ya había tenido un diálogo con Xavi por WhatsApp. El entrenador le envió su artículo y le comentó que tenía “mala baba” y que a veces se excedía. Sin embargo, la historia no termina ahí.
Manuel Jabois, periodista de El País, también recibió mensajes privados de Xavi. Jabois describió la experiencia como “bastante sucia”, según dijo en los micrófonos de El Larguera. El detonante fue un artículo divertido de Jabois en el que aseguraba que los partidos no concluían hasta que Xavi daba su veredicto sobre quién merecía ganar. El entrenador, al parecer, no apreció la sátira y le envió sus comentarios, no a Jabois, pero sí a periodistas de El País, para que se lo hicieran saber.
Este matiz es importante porque la prensa catalana había dejado caer que Xavi aseguraba que jamás había hablado con Jabois y que ni le conocía.
Este lunes, el periodista ha contestado desde El País. “Que tenga yo a Edu Polo, “ahora trabajo para Xavi”, al teléfono un sábado por la tarde para llamar corriendo a un periódico tras colgarme no es tanto culpa de Edu Polo como de una atmósfera de club dedicada más a estudiar lo que pasa en los periódicos que lo que pasa en los campos”, escribe sobre el jefe prensa de Xavi. Y sigue: “De ahí la extrañeza de Polo cuando, al pedirme los nombres de los periodistas a los que Xavi escribió, le acabé diciendo que no me acordaba. Claro que me acuerdo, Edu. Pero no se vende a los compañeros, no se filtran conversaciones privadas, no se llama a las empresas para quejarse del trabajo de alguien, no se señala a los periodistas en las ruedas de prensa”.