Este invierno, España ha registrado temperaturas inusualmente altas y lluvias intensas. Esta climatología ha derivado en unos niveles de polinización elevados y adelantados a su época habitual, que suele ser la entrada la primavera. Este cambio en el proceso de floración de árboles y plantas está afectando especialmente a las personas alérgicas al polen, que sufren sus efectos antes de tiempo. Solo en España, este tipo de alergia afecta a ocho millones de personas.