Es uruguayo, tiene 42 años y llegó a Toledo en 2021 debido a su buen hacer como Agente FIFA de Fútbol . Trae jóvenes sudamericanos para darles la oportunidad de triunfar en el fútbol español. Para entonces, ya tenía acreditada experiencia y reconocimiento por todo el mundo como Director de Calidad de Abengoa , multinacional del sector de infraestructuras, energía y agua, que llegó a cotizar en el Ibex 35. El 15 de marzo de 2022, Juan Pablo Lespiauc fue 'fichado' por la empresa Adelsys Endless Possibilities SL (www.adelsys.es), con sede central en Ajofrín (Toledo) , y en solo dos años ha conseguido lo que muy pocas compañías tienen en España: la certificación EN 9100:2018, que permite la producción y suministro de sistemas eléctricos y electromecánicos en el ámbito Aeroespacial para las mejores compañías del mundo. Noticia Relacionada estandar No «Queremos ser la empresa con la que sueña todo profesional» M.J.M. Entrevista con Fernando Martín, CEO de Adelsys, que fabrica componentes eléctricos y electrónicos desde su sede en en la localidad toledana de Ajofrín Compartimos una animada charla con este 'cerebro' de la gestión de la calidad por la nave central de Adelsys, que centra su actividad en la producción de componentes eléctricos y electrónicos trabajando para empresas líderes de los sectores ferroviario y electromedicina como Alstom, CAF, Stadler o Sedecal. La empresa, fundada por su CEO Farnando Martín Torres, ha sido ya merecedora de importantes premios. —¿Qué tipo de profesional hay que ser para certificar la calidad de algo? —Lo más importantes es el conocimiento de metodologías y la disciplina para aplicarlas, además de un convencimiento para transmitir esa disciplina a toda la organización. —¿Hay que ser un poco psicólogo? —Sí, efectivamente. Lo importante es transmitir la evangelización de la cultura de calidad. Los mánagers de calidad tienen que conseguir que entre todos interioricemos la calidad. La calidad no se inspecciona al final de un proceso, sino que se fabrica. Fabricar con calidad: ese es el concepto, no inspeccionar la calidad. —¿Cuando era adolescente qué quería ser de mayor en su Montevideo natal? —Me gustaba mucho la ingeniería y de chico dibujaba 'buses' y distintas situaciones en ellos, líneas o espacios concretos, bien definidos. Eso es lo que te orienta después. En el marco de un sistema de gestión de calidad hay normas, reglas internas para elaborar un producto final y satisfacer al cliente. —¿Dónde le llevaron luego sus pasos? —Hice bachillerato de Ingeniería y, con 17 años, me nombraron responsable de una empresa, hice una pequeña formación express. Era el boom de las Normas ISO (hablamos del año 1998) en Montevideo (Uruguay), y a partir de ahí inicié la carrera de grado de Ingeniería, pero dediqué todos mis esfuerzos a la especialidad del sistema de gestión de la calidad, que en mi país se cursa por el Instituto Uruguayo de Normas Técnicas (UNIT), el homónimo aquí de AENOR. «La calidad es un motor para superarte y en Adelsys yo les facilito los conocimientos, es como una evangelización» —¿En qué están trabajando ahora? —En Adelsys hay cuatro líneas de negocio, una es la electromedicina. Estamos desarrollando la ingeniería de lo que será un brazo telescópico para dotar a los equipos de rayos X y mejorar su manejo intrahospitalario. Tenemos también la línea de negocio ferroviario, la unidad de negocio industrial (desde equipos electromecánicos para la industria civil o plantas de tratamiento de agua...), y ahora ya listos para el sector aeroespacial. —Llegó a España en 2006 fichado por Abengoa, en cuya filial para Uruguay, Teima, trabajaba como jefe de sistemas de gestión. Está muy cotizado como certificador. —Es que tuve muy buena escuela con Taima. Después, me trajeron para la central de Abengoa en Sevilla y allí estuve 10 años. —¿Y cómo surgió venirse a Toledo? —Toledo entronca con el fútbol. Cuando estaba en Uruguay, amigos que llevaban la representación de futbolistas me pidieron que les hiciera algunos trabajos acá. «Tengo licencia FIFA. Nos encargamos de hacer los eventos oficiales, como los partidos entre selecciones nacionales» —¿Qué valoraron en usted para eso? —El don de buen vendedor. Conectaba agentes uruguayos con las necesidades de clubes de fútbol. En ese campo tengo contactos en Argentina, Uruguay y Brasil. Ellos tienen sus ojeadores y cartera de jugadores, a los que hacen un seguimiento; están continuamente viendo chavales que ponen a mi disposición. La pasión por el fútbol en mi país es enorme. Cuando allí nace un bebé le ponen en la cuna una pelota. Y no va de género, existe la misma pasión entre las mujeres. —Y finalmente llega a Adelsys. —Por diferentes contactos de fútbol termino en Toledo, y a partir de ahí, en la pospandemia, me integro en el equipo de Adeslys. Mantengo la licencia FIFA de partidos por si pueden surgir oportunidades de negocio. Nos encargamos de hacer los eventos oficiales de FIFA, como partidos entre selecciones nacionales. —¿Cuál es su trabajo en esta empresa? —El rol del 'quality manager' es hacerles de coaching en materia de calidad, facilitarles los conocimientos en la materia...es como una evangelización. —¿Es usted creyente? —Sí, además soy católico. La calidad, si no crees en ella, es muy difícil que la practiques. Pasa en la vida misma, si tú no crees en algo tampoco vas a ser ejemplo de nada. Yo he tratado de 'contagiar' esos principios de la calidad. Aunque no vine a una empresa desnuda en estos temas porque Adelsys ya tenía tres normas y eso facilitó dar el gran paso de certificar en un ámbito tan complejo como el aeroespacial. —¿La excelencia es un grado más de la calidad? —Sí. En la pirámide de la cultura de la calidad, la excelencia es el vértice superior. La base es justamente el control. Luego viene la capa del aseguramiento, donde tienes que combinar varios procesos a la vez. Después está la gestión de la calidad, el nivel que bridan las ISO, cuando incluyes en tu modelo las partes interesadas, no solo la satisfacción del cliente sino de la comunidad, lo que entronca con la responsabilidad social corporativa o empresarial. No se concibe una empresa que dé buenos resultados si no tiene buena reputación. Este año 2024 tenemos la novedad de la actualización de varias normas: la ISO 9001:2015 y la ISO/TS22163. —¿Las normas no son un corsé, no se pierde espontaneidad? —Los sistemas de gestión son un método, no eclipsan la creatividad, ni la toma de decisiones. Al contrario, son una ayuda para asegurar los compromisos que adquieres como empresa. Además, las normas tienen un enfoque de mejora continua, y promueven que salgas de la zona de confort. La calidad te impulsa, pone un motor para superarte. Si ya llegaste a una satisfacción de cliente del 86%, el año que viene hay que llegar al 87%.